Quintana Roo

Por Lusio Kauil

 

JOSÉ MARÍA MORELOS, 9 de mayo.- En las comunidades rurales,las mujeres empezaron a retomandoalgunas actividades que habían dejado de hacer como la cría de aves de traspatio o el cultivo de hortalizas, porque se habían dedicado más a la actividad artesanal.

Sin embargo, ahora que no pueden salir a vender sus artesanías por la contingencia sanitaria, han optado por dejar a un lado esa actividad para meterse a la actividad hortícola y a la cría de aves de corral.

Una de las mujeres de la zona rural que retomó la cría de aves de traspatio, es la señora María Eulogia Kauil Ojeda, vecina de la comunidad de La Reforma, quien comentó que empezó a traer al Mercado del Productor de esta ciudad, huevos orgánicos, y según ella, la gente le ha estado comprando muy bien el producto.

Doña Eulogia explicó que en la comunidad donde vive trabaja una pequeñagranja con su familia, recordó que cuando empezó sólo criaba unas algunas ponedoras, pero, hizo ver que ahora está trabajando 4 mil aves.

Según la mujer, a la semana ella levanta unos 5 mil huevos, los cuales pone en casilleros y en cajas para traer a vender al Mercado del Productor de esta ciudad.

Dijo que aquí vende por unidad, por casillero y por caja, como lo pida el cliente, pues hizo ver que de lo que se trata es de vender el producto.

Por unidad, el huevo está costando 2 pesos, por casillero se está vendiendo en 60 pesos, un precio muy cómodo porque es un producto orgánico, hizo ver.

Doña Eulogia dio a conocer que ella sale dos veces la semana a vender a la cabecera municipal, (miércoles y domingos), pero también va a los poblados del municipio, los otros días de la semana.

Comentó que la gente que quiera comprarle producto o gallinas para preparar comida, puede acudir a la comunidad de La Reforma, y en ese lugar todo mundo la conoce y puede dar su referencia.

Desde que empezó lo del coronavirus, muchas personas están retomando algunas actividades productivas, como el caso del señor Santiago Martín, quien confió ayer que ya preparó una hectárea de tierras para sembrar, mientras se mantiene aquí por la contingencia sanitaria.