Hoteleros viven una de las peores crisis de la historia

En la Isla, las cadenas de hoteles han sobrevivido ante la crisis por el COVID-19, así como también sus cadenas de restaurantes, pero sobreviviendo varias de ellas, se encuentran completamente vacías, es notoria la poca presencia de huéspedes, hoteleros se encuentran atravesando la peor crisis en la historia.

La cadena hotelera ha sido una de las más afectadas por la pandemia de Coronavirus, están intentando sobrevivir ante la falta de huéspedes, resisten pero no es posible que sobrevivan muchas, ya que el mantenimiento de cada hotel es mayor de lo que generan los pocos huéspedes o el poco personal de trabajadores que mandan a descansar en sus hoteles.

En algunos casos, son ocupados para hospedar a trabajadores que están en cuarentena o que están en la primera línea de batalla del Coronavirus, ante acuerdos con compañías y gobiernos locales, que sobreviven a esta pandemia, ante varios casos ciudadanos no han dejado de oponerse al utilizar estos hoteles como hospitales en cuarentena, ya que generan pánico al ser hoteles dentro de la ciudad, donde habitan personas de la tercera edad en su mayoría.

Restaurantes de hoteles se encuentran vacíos, el panorama crece cada día, poniendo en crisis a estas cadenas de hoteles, y que gracias a las damas de la sociedad que realizan sus emotivas reuniones de cumpleaños y de personal de compañías plataformeras, lucen llenas, hoy en día no hay comensales. Tristeza y desesperación causa a meseros de conocido hotel, quienes están acostumbrados a recibir propinas, hoy sólo cuentan con su sueldo base.

Mario Santos, mesero, nos platicó que esta situación es estresante, ya que el sueldo que ganan de base no les alcanza y pese a esta contingencia no hay clientes, ni personal de plataformas marinas, si acaso llegan de dos o tres personas. “Es muy triste, pero ojalá y todo pase pronto, aquí estamos con la mayor medida sanitaria trabajando y para la de nuestros clientes, para que se sientan seguros de venir a comer”, acotó.

(Texto y fotos: Patricia Gómez)