Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 16 de mayo.- Seis instalaciones escolares son consideradas refugios en Cozumel para la temporada de huracanes, presuntamente, por ahora, no hay un protocolo para garantizar la salud de las personas que tengan que acudir en caso que se empate el ciclo de COVID-19 con un evento meteorológico.
Pese a la cerrazón del ayuntamiento, pues el abogado Héctor Mac Marín, director de Protección Civil, Bomberos y Guardavidas, no quiso dar información alguna, tras haber notificado días atrás que desde la dirección de Comunicación Social del ayuntamiento le prohibieron dar información al Por Esto! de Quintana Roo, se tuvo el número de refugios para Cozumel en caso que llegase a impactar algún sistema.
Las instalaciones que se habilitarían para tal efecto son el templo evangélico Filadelfia; además de colegios como la secundaria Octavio Paz, Edna Julia Polanco, Carlos Monsivais, y las preparatorias Conalep y Colegio de Bachilleres.
Lo que según elementos suyos no se tiene, hasta el momento, en un plan operativo-sanitario a implementar en caso que un huracán tocara las costas de Cozumel en tiempo de contingencia sanitaria por COVID-19, y que obligara a tener gente en algunos refugios, con los suministros básicos de alimentación y de higiene para evitar algún contagio, ya que entre todos estos edificios se podría albergar a mil 300 personas.
Por ahora no se ha instalado el Comité Operativo Especializado en Fenómenos Hidrometeorológicos, pero deberá ocurrir antes que finalice el mes de mayo, en virtud que oficialmente el 1 de junio arranca la temporada de huracanes para el Océano Atlántico y concluye oficialmente el último día del mes de noviembre.
Un sector donde no se está tomando en cuenta es el hotelero, que generalmente es para sus huéspedes, sólo que ahora no se encuentran en operación y comenzarán el mes siguiente con bajo nivel de cuartos alquilados.
Por lo pronto, Héctor Mac Marín, director de Protección Civil, apenas puede controlar temas de masiva asistencia en comercios, luego de salir del problema que creó el pasado fin de semana con pescadores a los que le bloqueó la venta de nitrógeno para sus tanques de buceo.