Por Ángel Paredes
The Nature Conservancy (TNC), impulsó una guía de buenas prácticas para el manejo de plantas de duna costera en Puerto Morelos, la información está dirigida a pobladores, estudiantes y personal del sector hotelero.
Vanessa Hernández Mendoza, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), autora de la guía, aseguró que las dunas costeras están amenazadas por la deforestación a causa de la construcción de hoteles, los hongos y las plantas invasoras.
La guía fue elaborada bajo el Convenio Específico de Concertación en el marco del proyecto de “Fortalecimiento de la efectividad del manejo y la resiliencia de las áreas protegidas para proteger la biodiversidad amenazada por el cambio climático” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La guía sirve para dar información a todo el sector involucrado en rescatar a las dunas costeras, de acuerdo a la autora Vanessa Hernández, se destacó que uno de los problemas en las que se enfrentan estas barreras naturales son la deforestación a causa de la construcción de hoteles, pero también por otras causas más naturales como el caso de plagas, hongos y afectaciones por plantas invasoras.
En este último, explicó que de acuerdo a la legislación mexicana se define a la especie exótica invasora como aquella especie o población que no es nativa, es decir que se encuentra fuera de su ámbito de distribución natural, que es capaz de sobrevivir, reproducirse y establecerse en hábitats y ecosistemas naturales y que amenazan la diversidad biológica nativa, la economía y la salud pública.
“Las invasiones biológicas son una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad. Para la mayor parte de la población en México, el tema es desconocido o de poca preocupación. Sin embargo, en el país existen leyes federales como la Ley General de Vida Silvestre y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEPPA), que legislan (o regulan) acerca de esta problemática”.
En la guía se informa sobre que plantas son las que afectan a las dunas costeras, por lo tanto, es muy importante no cultivar ni promover el uso de este tipo de plantas en proyectos de remediación.
De existir este tipo de plantas, se debe hacer una disposición adecuada para evitar que se propaguen al momento de desecharlas.
Cocotero (Cocos nucifera), lechuga de playa (Scaevolataccada), Fideo de monte (Cassythafiliformis), pino australiano (Casuarina equisetifolia), son algunas de las plantas invasoras que afecta la zona costera del territorio de Quintana Roo, por tanto son plantas que por ningún motivo deben cultivarse y realizar ciertos procedimientos para su remoción.
Se explicó que en el caso de la Casuarina, en México se ha reportado que aumenta las tasas de erosión resultado de la exclusión de suelos nativos estabilizadores, además compite con las plantas nativas y reemplaza las comunidades naturales de plantas.
Asimismo, se informa que la vegetación nativa de las dunas costeras sufren de enfermedades y plagas como son; Insectos chupadores, que extraen la savia de las plantas. Ocasionan heridas, marchitan, secan las plantas causando manchas y deformación de brotes. Pueden transmitir enfermedades. Entre estos se encuentran: escamas, piojos harinosos, pulgones, áfidos y moscas blancas, entre otros. Asimismo, los insectos masticadores, que se alimentan de hojas, tallos, brotes y frutos.
Los Ácaros e insectos raspadores, causan daños en las hojas y frutos causando pérdida de hojas, deformaciones, manchas y muerte.
A estas amenazas se le suman hongos, bacterias y nematodos, en estos casos la experta recomendó en algunos casos aplicar insecticidas o fungicidas biológicos, promover prácticas culturales y el uso de controles biológicos.
Se anunció que en la guía así como se muestran los peligros, también se menciona como cultivar plantas nativas y qué medidas tomar para proteger las dunas.
Esta guía fue realizada en este año, en donde se sumaron varias especialistas como Gabriela Mendoza del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Carolina Rosales, Calina Zepeda de TheNatureConservancy y Vanessa Francisco, del proyecto de resiliencia de PNUD.