Quintana Roo

Por Yolanda Gutiérrez

 

El virus COVID-19 generó una gran crisis económica y causó más impacto porque no hubo una previsión, ni en Quintana Roo, ni en México ni en el mundo, pero no podemos dejar que la pandemia acabe con nuestra economía y debemos entenderque tendremos que acostumbrarnos a una “Nueva Normalidad”porque no se va a eliminar el 31 de mayo y el primero de junio vamos a estar libres, no habrá otra que salir a convivir con ella, pero con las medidas amplias de Sana Distancia, lavarse las manos, uso de cubrebocas y todo lo que dicten las autoridades sanitarias, expresó Pablo Gutiérrez Laguna, vicepresidente de la Asociación Nacional de Especialistas Fiscales (Anefac).

Falta una semana para el primero de junio, día que el Gobierno Federal marcó como término de la Jornada de Sana Distancia y Quintana Roo se prepara para arrancar actividades esenciales, entre ellas la construcción y espera que las condiciones sean favorables para retomar la actividad turística, que el sector confía pueda reactivarse para el 8 de junio.

En este sentido, Gutiérrez Laguna estimó que el regreso a la “Nueva Normalidad” implica no bajar la guardia y extremar las medidas preventivas entre la población en general y en particular hoteles, restaurantes y todo tipo de establecimientos enfocados a los visitantes, para lo cual deben cumplir con todos los protocolos y obtener la Certificación en Protección y Prevención Sanitaria en Instalaciones Turísticas.

Señaló que una vez la población retorne a sus ocupaciones, todos nos acostumbremos a la “nueva normalidad”  y la economía empiece a recuperarse de manera paulatina, los mexicanos van a querer salir a comprar, a comer o cenar en restaurantes, a cafés, algunos incluso pensarán en viajar.

“Hay que soportar esta fase porque luego vendrá una derrama económica muy grande, después de grandes crisis vienen grandes oportunidades y si no se puede salir adelante con la actividad que se desempeñaba antes de la pandemia, hay que reinventarse y hacer cosas diferentes”.

Consideró que, desde que se registró el primer caso positivo de COVID-19 en Quintana Roo el pasado 13 de marzo hasta el 24 de mayo, cuando se contabilizaron mil 609 positivos, las autoridades de salud aumentaron su experiencia y “tendrán mayor capacidad de apoyar a la gente en caso que haya brotes y poder darle un servicio, cama, ventilador, lo que necesiten,porque ya no va a haber el gran número, pero definitivamente se va a tener que convivir con esta situación, tenemos que entenderlo”.