En México, en menos de dos décadas el número de fumadores se incrementó de 9 a 13 millones de personas; como consecuencia de los males asociados al consumo de tabaco, en el país cerca de 60 mil personas fallecen al año (lo que equivale a unas 180 defunciones por día). Estas defunciones representan 10% de las muertes nacionales, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud a nivel nacional.
En la isla de Carmen, en los últimos dos años, se ha visto un incremento en la estadística de fumadores preadolescentes y adultos, los cuales tienen mayor riesgo de infección por COVID-19, debido a que el humo del tabaco deteriora los mecanismos de defensa del aparato respiratorio y produce inflamación, dijo Froilán Palestino Cruz, presidente de la Asociación de Médico Egresados de la Universidad Veracruzana, en el Día Mundial Sin Tabaco.
Explicó que la edad de inicio es cada vez menor y el consumo en las mujeres también se ha incrementado en las últimas décadas, tendiendo a ser igual o mayor que en los hombres. Asimismo, más de la tercera parte de los habitantes de México están expuestos al humo del tabaco y en la región centro del país, el porcentaje se acerca a la mitad.
Señaló que por padecimientos asociadas al tabaquismo se encuentran males cardíacos, enfermedad pulmonar, cáncer de pulmón, derrame cerebral y neumonía, en el país se registran en promedio seis muertes cada hora. Entre los males atribuibles al consumo de tabaco, que ocupan los primeros lugares de mortalidad, están la enfermedad isquémica de corazón y los tumores malignos de pulmón, bronquios y tráquea.
Mencionó que adquirir el hábito del tabaco en la juventud predispone la aparición de enfermedades en una etapa más temprana de la vida y que en las mujeres embarazadas que son fumadoras, los componentes del cigarro como el monóxido de carbono y la nicotina interfieren con el suministro de oxígeno del feto que pueden provocar aborto espontáneo, muerte intrauterina, bajo peso al nacimiento o que éste sea prematuro e incluso, muerte súbita del recién nacido.
Dijo que además, las personas al fumar tienen mayor riesgo de infección por COVID-19 debido a que el humo del tabaco deteriora los mecanismos de defensa del aparato respiratorio y produce inflamación. En ese sentido, "los fumadores tendrían mayor riesgo de complicaciones y muerte por la infección por COVID-19, riesgos que se suman a los numerosos y ya conocidos del consumo de tabaco".
Exhortó a la comunidad en general a tomar acciones en sus vidas diarias que les permitan protegerse del COVID-19, ya que el virus se ha presentado con síntomas más severos en los adultos mayores y en personas con problemas médicos como diabetes, enfermedades del corazón y males pulmonares.
(Texto: Fernando Kantún / Fotos: Fernando Kantún / Especial)