Por Yolanda Gutiérrez
En poco afectarán a la industria de la construcción quintanarroense los trabajos de construcción del Tren Maya en virtud que las empresas afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) emplean por lo general mano de obra local y no suelen recurrir a trabajadores de otros estados, consideró su dirigente, Diego Cortés Arzola, quien expresó que tal vez pudieran tener un problema las empresas que recurren a contratar albañiles de Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Puebla y otros estados de la República.
En este sentido, detalló que los inversionistas que desarrollan complejos turísticos y hoteleros en la zona norte contratan empresas o corporativos que buscan mano de obra en el sureste del estado, principalmente en Chiapas, contratan a los trabajadores y los llevan a Cancún, Playa, Tulum o Cozumel y es ahí donde pudiera darse una falta de mano de obra, si los albañiles del sureste deciden buscar empleo en la construcción del Tren Maya, lo que les reditúa mucho más que trabajar en el norte de Quintana Roo.
Dijo que las empresas de afuera muchas veces cotizan los sueldos vigentes en otros estados del país como Chiapas, Oaxaca o Tabasco, menores a los que perciben en Quintana Roo los albañiles que trabajan para las empresas adheridas a la CMIC y por ello les conviene traer mano de obra de aquellos lugares, por lo que podrían tener problemas para concluir las construcciones que quedaron aplazadas con la pandemia de COVID-19.
Cortés Arzola expresó que las empresas locales tienen mejor sueldo para sus trabajadores de la construcción y puso como ejemplo el salario de un ayudante de albañil, que devenga entre mil 800 y dos mil pesos semanales, mientras que un albañil gana de tres mil a tres mil 500 pesos semanales de sueldo.
Manifestó que el Tren Maya, como proyecto principal del gobierno de la República, atraerá empresas y trabajadores de todas partes del país en busca de una oportunidad de empleo en este proyecto, que en un principio tal vez pudiese conllevar en Quintana Roo escasez de mano de obra, pero está el factor coyuntural de la situación financiera que se vive a nivel internacional, nacional y estatal, que redunda en que no hay inversión inmediata, lo que se aprecia en las licitaciones de obra pública, en virtud que no hay todavía muchas convocatorias o las que están programadas para el 2020 no han salido en su totalidad.