Quintana Roo

Lusio Kauil

 

JOSE MARIA MORELOS.- La necesidad está obligando a las personas a retornar a sus actividades económicas, pues ya no pueden seguir en casa sin ingresos. El día de ayer las vendedoras ambulantes que se colocaban por las mañanas a un costado del mercado, salieron de nuevo, pero esta vez se establecieron sobre la avenida principal.

Desde el inicio de semana, varias personas que trabajan en el sector informal regresaron a las calles, y también varios comercios establecidos levantaron, a medias, sus cortinas para empezar a vender al público.

En el caso de las personas que trabajan en el sector informal, como los vendedores ambulantes, volvieron a las calles a trabajar porque, según confiaron a este medio informativo, sus necesidades son más grandes que el miedo a enfermarse.

Una de esas vendedoras ambulantes que se identificó como Sandy Martínez, dijo que ella llevaba un mes y medio recluida en su casa, pero hizo ver que ya no pudo más, porque las necesidades económicas de su familia la obligaron ya a salir.

Comentó que antes de que iniciara el distanciamiento social para evitar el contagio del coronavirus, vendía a un costado del mercado, pero ayer, a su regreso de nuevo a la vida pública, determinó instalarse sobre la avenida principal.

La mujer manifestó que ella tiene un permiso de la Dirección de Salud del municipio para ofrecer sus productos en la vía pública, bajo la premisa de que ella tiene que traer cubrebocas y evitar que la gente se aglutine donde vende.

Doña Sandy Martínez reconoció que trabajar en la vía pública es riesgoso por la pandemia del coronavirus, pero, refirió que es la única manera que tiene ella de conseguir recursos para costear los gastos de su familia.

De las cinco mujeres que salían a vender a un costado del mercado municipal, ayer retornaron tres de ellas, pero es muy probable que los siguientes días salgan las otras.

Y, es que, en la zona del mercado, se concentraba por las mañanas mucha gente, sobre todo el en área donde se colocaban las mujeres para vender sus antojitos. Cuando daba a las 10 de la mañana ellas ya habían vendido sus empanadas y atoles. Pero cuando tuvieron que retirarse de ahí por la pandemia, casi todas resintieron ese cambio brusco, porque, aunque siguieron vendiendo en sus casas, ya no fue lo mismo.

 

 

 

PIE DE FOTOS

 

 

LUSIO-4-1- La señora Sandy Martínez, se dedica a la venta de antojitos, tras la contingencia sanitaria, tuvo que quedarse en su casa, aunque siguió vendiendo desde su hogar el ingreso que generaba era poco, así que regreso a vender frente al mercado municipal, para ofrecer sus productos a la gente.

LUSIO-4-2- Doña Sandy Martínez, vendedora de antojitos, obtuvo un permiso de la dirección de salud, acatando las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas y el uso de gel antibacterial para los clientes, y de esa manera poder ofrecer sus productos.

LUSIO-4-3- Algunas personas dedicadas a la venta informal,  regresaron a vender luego de dos meses de no poder ofrecer sus productos, tras la situación sanitaria del Covid 19, la necesidad los vio obligados a regresas a sus labores ya que es su única fuente de ingresos.