De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, 1 de junio.- Con cubrebocas quirúrgicos, estampados y algunos con pañuelos, así fue la salida de la población a la “Nueva Normalidad” en el municipio de Solidaridad, esto pese a que calles estuvieran cerradas al tránsito vehicular; decenas de negocios a primera hora comenzaron a abrir sus cortinas.
La ciudadanía comenzó a salir de sus casas a ver cómo lucía la “Nueva Normalidad” en las calles de este polo turístico, sin guardar la debida distancia en los paraderos de las combis o en bancos, sin importarles que el semáforo siga en color rojo y que el contagio por COVID-19 va en aumento en nuestro municipio.
Este lunes fueron diversos comercios los que comenzaron a abrir sus negocios, algunos de ellos que se encontraban en la lista de esenciales, tal fue el caso de uno de los restaurantes que se encuentra cerca de la Quinta Avenida, el chef ejecutivo Alejandro Ceballos informó a través de sus redes sociales “estimados clientes y amigos, a partir de este lunes 1 de junio tendremos cochinita pibil para llevar y empanadas de chaya. Les recordamos que nuestro de horario será de 08:00 a 18:00 horas”.
Pero cabe destacar que muchas personas realmente están volviendo a sus trabajos, mientras que otras personas sólo salen por morbo, así lo informó un joven, quien prefirió no dar su nombre “la verdad yo salgo a las calles a ver quiénes salieron de sus domicilios, yo no tengo trabajo y pues me ganó el morbo de ver si la gente está respetando o no su dichosa cuarentena, ya el gobierno debería de abrir todos los negocios y hoteles para que podamos regresar a trabajar”.
Por otro lado elementos de Seguridad Pública que se encuentran resguardando las calles que fueron cerradas a la circulación, en días anteriores, informaron que “las calles seguirán así hasta que autoridades estatales den la orden, seguimos en semáforo rojo, y la gente pareciera no entender la situación ni la gravedad de la enfermedad”.
Ni qué decir de los supermercados que lucían abarrotados, esto pese a los lineamientos de sana distancia que ellos mismos establecieron, aseguran que si ya había problemas con los clientes porque querían pasar en familia, con sus hijos o con su pareja, ahora que según tienen la libertad de salir a la calle temen que la situación se ponga peor.
“Si ya tenía mucho miedo cuando salía por mis compras, hoy de verdad sentí pánico al ver que la gente salió de sus hogares como si fuera luz verde, muchísima gente en el centro y en los supermercados, y luego sin cubrebocas, yo entiendo que la economía no está para comprar cubrebocas, pero es preferible usar uno de tela a andar como si nada hubiera pasado”, aseveró doña Cristina, habitante de la colonia Ejido.