Por Salvador Canto
Sin hacer caso a las recomendaciones establecidas, ciudadanos de Cancún aprovechan la falta de vigilancia y complacencia total de las autoridades municipales, para acudir a las playas públicas y en algunos casos, hasta hubo celebración por el Día del Padre, pese a que el riesgo de contagio por COVID-19 se mantiene latente en la ciudad, como se observó en un recorrido hecho ayer domingo.
Incluso, los restaurantes a orilla de playa tanto en Tortugas como El Niño en Puerto Juárez, tuvieron una mayor demanda de servicios ayer, justo después del medio día, en cumplimiento a las medidas sanitarias como el solo tener un 30% de clientes y lo demás fueron alimentos para llevar.
En los filtros de Seguridad Pública en las dos entradas de la zona hotelera de Cancún, los elementos policiacos han dejado de revisar vehículos bajo el argumento de que no quieren entorpecer el tráfico, pero justo ahí es donde la gente ingresa para dirigirse a las playas públicas, donde tampoco existe vigilancia.
La presencia real de policías es en Delfines y Gaviota Azul, donde además de haber cintas amarillas que advierten la prohibición del acceso, los elementos de seguridad pública de inmediato atajan a quienes intentan cruzar la zona acordonada para impedirles el paso.
Sin embargo, en playas populares como Tortugas y Langostas, la situación es completamente distinta pues no hay vigilancia alguna y las familias tienen acceso hasta el propio estacionamiento.
“La indicación que tengo es dejar entrar a la gente al estacionamiento que le compete a Fonatur, pero ya la playa la atiende el gobierno municipal y eso no nos compete”, expresó el trabajador de seguridad de playa Langostas al observar que bajaba la cadena para que una camioneta blanca con toda una familia completa, pasara sin problema alguno ayer al medio día.
Se pudo observar que una vez estacionados, la familia bajó de la unidad neveras, pelotas e incluso camastros plegables para dirigirse al balneario sin problema alguno donde además, otras personas más ya disfrutaban del mar sin complicación alguna.
De hecho, ahí ya laboran las personas que rentan mesas, sillas y sombrillas a la orilla de la playa, además de que hay venta hasta de cervezas como como el si el tema de la emergencia sanitaria ya hubiese pasado.
“Para las dos o tres de la tarde llegan más personas; de hecho hay una familia que nos apartó dos mesas juntas porque van a celebrar el Día del Padre aquí”, comentó uno de los trabajadores al preguntarle sobre la afluencia de la gente.
Al continuar el recorrido, en Playa del Niño en Puerto Juárez, pese a que la zona del estacionamiento se mantenía acordonada con cinta amarilla y por ende cerrada para el público, la gente que llegó en sus autos pudo estacionarse en el predio que está a un costado de Villas Playa Blanca o en los espacios de los restaurantes del lugar.
Hubo hasta quienes llevaron hamacas para colgarlas entre palmera y palmera, pese a que existe la indicación de las autoridades de que las playas se encuentran cerradas debido a que así lo establece el semáforo de reactivación estatal que señala que su apertura será hasta que el color pase de naranja al amarillo que podría ser la próxima semana.
De hecho, VagnerEilbiorn Vega, director de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), en Cancún, informó que a partir de esta semana han comenzado a reforzar la presencia de trabajadores de las dependencias, lo que podría confirmar que las playas se podrían abrir hasta el próximo lunes.