Por Luis Enrique Cauich
PUERTO DE CHIQUILÁ, 3 de junio.- Con hora y media de retraso, representantes de la Comisión Federal de Electricidad, llegaron al puerto de Chiquilá a fin de resolver la problemática que ha surgido por los altos cobros que realiza en sus tarifas de consumo, lo que causó el fin de semana pasado, la detención de una unidad de la dependencia y sus elementos que llegaron a cortar el servicio a las familias que no hicieron su pago.
La reunión fue pactada para este miércoles a las 11 de la mañana, sin embargo, los representantes de la dependencia arribaron al puerto de Chiquilá hasta las 12:30 de la tarde, con la excusa de que por los filtros no podían acceder fácilmente hasta esta zona del municipio Lázaro Cárdenas.
Luego de la llegada del ingeniero Marcos Moreno y el licenciado Jorge Aguilar (representantes de la CFE), estos primeramente se quisieron reunir con las autoridades municipales y algunos habitantes de la localidad en las oficinas de la alcaldía, lo que desató la rechifla de los pobladores que obligó a todos a salir y realizar la reunión en la explanada, frente a la palapa turística.
No se cumplieron los protocolos de la Sana Distancia, más de 50 habitantes que se dijeron afectados, se arremolinaron frente a la alcaldía para comenzar a exponer sus quejas contra la dependencia, desde los altos cobros, las deficiencias en el servicio, hasta la reposición de electrodomésticos que se han quemado en los últimos días por la energía que de forma repentina baja y luego sube con alto voltaje.
En la reunión con el ayuntamiento, se expuso ante los representantes de la Comisión Federal de Electricidad, su malestar por los altos cobros en las tarifas, puesto que los habitantes han pasado días en los filtros y poco usan sus electrodomésticos y aun así les ha llegado el doble o el triple de costo de su consumo normal.
Se propuso que la CFE buscara la alternativa de poder condonar el 50 por ciento del consumo a los habitantes o darles una prórroga de pago, debido a que por la pandemia, muchos se quedaron sin trabajo y sin dinero y la reactivación económica apenas inicia y es muy lenta.
Al notar que los habitantes comenzaban a manifestarse, los representantes de la CFE optaron por ingresar a la alcaldía, anunciando que se atendería uno por uno de forma privada, la inconformidad del usuario, por lo que debían presentar sus respectivos recibos.
Hasta el cierre de edición, los habitantes de Chiquilá, comunidad ubicada a 45 kilómetros de la cabecera municipal, reportaron que se continuaba con la atención a los habitantes, pero aún no se daban a conocer los resultados de cada uno, sobre las denuncias presentadas de forma individual por los afectados.