Por Iván Chuc Montalvo
TULUM, 6 de junio.- Con la apertura de las avenidas en la cabecera municipal empezó la apertura se los negocios, incluso l os que no son considerados como esenciales en las primeras etapas dentro de la “Nueva Normalidad”, muchos de ellos aseguran que están sintiendo un respiro en sus ventas y esperan repuntaron el paso de los días, pero más aún con la llegada del turismo, mientras otros continúan sin acatar las medidas necesarias para evitar el contagio y la propagación del coronavirus, tomando con relajación el semáforo rojo de la salud.
En este sentido, muchos comerciantes quienes se sentían ahogados con las disposiciones de la Secretaría de Salud sobre el cierre de negocios no esenciales durante la cuarentena por el COVID-19, donde incluso municipios cerraron las avenidas principales para evitar la propagación del coronavirus, lo que paralizó la economía, empezaron a sentir un respiro luego que las principales avenidas de la ciudad fueron abiertas por la autoridad municipal , siendo que muchos comerciantes se fueron a la quiebra mientras que otros apenas lograron subsistir.
Griselda González empleada de una taquería dijo que se les permitió laborar durante la pandemia, pero siempre y cuando acataran las medidas preventivas y la sana distancia con los clientes, por lo que sólo vendían para llevar, “nuestro patrón estaba a punto de cerrar, porque aunque la comida es indispensable para el ser humano, muchos preferían comer en casa y ahorrarse dinero luego de perder sus empleos, por ello las ventas estaban por el suelo, pero ahora que se abrió la avenida principal las ventas empiezan a subir, lo que podría ayudar al negocio mantenerse abierto y conservar los empleos”.
Así mismo, Mauricio Vidal quien vende pescados fritos y mariscos sobre la avenida Tulum, dijo que “pensamos que no lo íbamos a aguantar, porque las ventas cayeron por los suelos, y para muchos comer pescado o mariscos es un lujo que no se pueden dar en medio de la contingencia sanitaria, sin embargo, cuando estábamos a punto de cerrar, el propietario del lugar nos mostró consideración con el pago de la renta, haciendo un descuento, y con la apertura de la avenida las personas de paso se detienen a comprar el producto dando un respiro a nuestra economía.
Don Apolinario Poot, uno de los primeros habitantes de Tulum, dijo que las ventas cayeron drásticamente, logrando vender apenas unos 300 pesos diarios , porque las personas ya no pasaban por su negocio, pero con la apertura de las avenidas principales de la cabecera municipal, espera que las condiciones mejoren pero existe un mayor problema que si lo obligaría a cerrar, que es el pago de la energía eléctrica, porque pese que sólo laboraba unas horas, su consumo llegó el doble, más de 10 mil pesos, y sin venta no tiene posibilidades de pagarlo.
Muchos comerciantes empezaron a abrir pese que no son considerados como esenciales, por la Secretaría de Salud en la primer etapa de la Nueva Normalidad, ante la desesperación de activarse económicamente porque muchos tienen gastos que ya no pueden sostener, así como la población que salió a las calles nuevamente sin tomar las medidas necesarias para la prevención y la propagación del COVID-19, pese que estamos en el semáforo rojo de salud, con 418 muertos en el estado y 2 mil 161 casos positivos en el estado.