Enfermedades que la aquejaban desde hace varios años, terminaron con la vida de Liliana, viuda del extinto Policía Municipal, Carmen Guerra Pinto, asesinado el pasado 16 de agosto, a bordo de una patrulla estacionada afuera de un Oxxo, sobre la avenida José López Portillo, en la Supermanzana 68, en Cancún.
La última noche que Liliana estuvo cerca de los restos de su esposo, comentaba su preocupación por no saber cómo iba a sobrevivir y darles una vida digna a sus dos pequeños hijos de 10 y 13 años respectivamente, ya que su sustento era Guerra Pinto, a quien conoció cuando a él le tocó ser policía en Puerto Morelos y dónde formaron un hogar.
Los hijos de su primer matrimonio de Guerra Pinto, acordaron que no la dejarían sola, pero no hubo palabras de aliento o motivos que la hicieran sentir un poco mejor y dejó que sus enfermedades acabarán con su vida, esta mañana su cuerpo fue sepultado junto al de su esposo y una pequeña que perdieron hace ya varios años.
Liliana se fue con la promesa que le hicieron las autoridades, de que encontrarían al asesino de su esposo; le sobreviven su madre, quien ahora se encuentra delicada de salud en un hospital de Cancún, por la impresión que le provocaron ambas perdidas, y dos pequeños niños.
Con información de Jazmín Rodríguez
Por Redacción Digital Por Esto!
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