Quintana Roo

Futuro desolador para familias de cortadores de caña en Quintana Roo

Los familiares de los trabajadores viven en condiciones deplorables en la zona de la ribera del río Hondo
FOTOS: Luis Enrique Tuz

Los rostros de las señoras de origen zapoteco Norma Sarabia Díaz y Lucero Aquino Juárez, no solo  expresan tristeza, sino también desesperación, por las condiciones en las que actualmente viven en las viejas, feas y obsoletas galeras, porque el futuro no es promisorio para ellas, ni para sus hijos pequeños.

Salieron desde hace cuatro años su natal Oaxaca y aterrizaron en la ribera del río Hondo junto con sus esposos, los cuales fueron contratados por las directivas cañeras para trabajar en el corte de la caña de azúcar.

Y fueron instalados en las sucias y viejas galeras también conocidas como “galaxias” que se encuentran a lo largo y ancho de la zona cañera en el sur de Quintana Roo, las cuales fueron construidas para varones.

Desde hace cuatro años, las señoras Norma Sarabia Díaz y Lucero Aquino Juárez, habitan en la galera de la comunidad de Sabidos, justo con sus pequeños hijos, pero ante la indiferencia de las familias de los productores de caña de azúcar, de los dueños de las tierras.

Norma Sarabia Díaz, puso como ejemplo, que en éstos tiempos de la pandemia del coronavirus, los brigadistas conocidos como “gorras y chalecos amarillos” del gobernador Carlos Joaquín González, pasaron por la comunidad de Sabidos en dos ocasiones repartiendo despensas y brindando información con respecto a las medidas preventivas que se deben de tomar para evitar contagios, pero lamentablemente a ellos los marginaron.

Por su parte, la señora Lucero Aquino Juárez, quien habla lengua zapoteca y también el español, reconoció que las condiciones en las que vive junto con sus hijos no es la adecuada, pero que no tiene confianza de que algún día saldrá adelante junto con sus familia.

Aunque expresó que en estos momentos sus hijos en edad de cursar la educación primaria no tienen ni la mínima oportunidad para observar el programa del gobierno federal Aprende en Casa II, porque no tienen televisión, ni internet, ni mucho menos libros de texto gratuitos.

Mientras en la carretera los hijos pequeños de los cortadores de caña, al concluir su jornal regresan a sus hogares cargando sus herramientas de trabajo, totalmente cansados.

Por Luis Enrique Tuz