Familiares de los cortadores de caña viajan cientos de kilómetros desde Arimatea, Palenque Chiapas hasta el sur de Quintana Roo en la búsqueda de mejores condiciones de vida, atraídos por el trabajo que genera la zafra 2020-2021 en la zona cañera.
Son más de 20 familias las que se han instalado en los viejos y nuevos albergues cañeros en la comunidad de Pucté, el cual será por espacio de seis meses su hogar. Al terminar la zafra en mayo, contemplan regresar a sus hogares.
Más de 50 niños se encuentran en los cuartos de las galeras, unos jugando y otros van a la escuela migrante que instaló el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), la mayoría hablan su idioma materno tzeltal y chol, y un poco de español.
La señora Laura Aguilar Gordillo explicó que cada año se incrementa el número de familias que acompañan a sus esposos al corte de caña en lo largo de la ribera del río Hondo.
No todas las familias se quedaron en el ejido de Pucté, sino que otras tuvieron como destino Sergio Butrón Casas, Cocoyol y Cacao, aunque todas fueron contratadas por personal de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR).
Afirmó que la tranquilidad que se vive en la ribera del río Hondo anima cada año a más familias a viajar desde Chiapas al sur de Quintana Roo para acompañar a sus parejas que se dedican al corte de caña.
CT