Luego de que se activara la alerta sanitaria por la detección de cerdos con una rara enfermedad pulmonar, la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en Chetumal inició una serie de muestreos en distintos establecimientos y centrales de abasto para descartar la existencia de carne contaminada en el mercado.
El director de Protección contra Riesgos Sanitarios, Miguel Pino Murillo, descartó hasta el momento la presencia de carne de puerco contaminada, pues antes de que los animales lleguen a Quintana Roo, primero deben pasar los filtros zoosanitarios de la autoridad federal y estatal.
Estos filtros sirven para detectar, controlar y prevenir plagas y enfermedades en los alimentos y productos de origen animal que ingresan a la entidad, siendo gracias a éstos que se pudo detectar a los cerdos enfermos procedentes de Yucatán, los cuales fueron llevados al rastro municipal de Othón P. Blanco para su sacrificio, con la intención de comercializar su carne en la ciudad.
No obstante, Pino Murillo dijo que desde la Cofepris ya iniciaron el procedimiento de verificación y muestreo en establecimientos capitalinos, para constatar que no haya carne contaminada.
Mencionó que los muestreos se toman en cualquier establecimiento de alimentos, incluyendo restaurantes, mercados y supermercados; posteriormente se mandan al Laboratorio Estatal de Salud Pública para su análisis y poder descartar que no representan un riesgo a la salud de la población.
El pasado 21 de enero se dio a conocer el caso de varios cerdos que fueron detectados con la enfermedad pulmonar, cuando iban a ser sacrificados en el rastro de Chetumal. Los animales procedían de una granja del estado de Yucatán, pero la carne fue decomisada para que no fuera distribuida en los mercados municipales; posteriormente les tomaron muestras para analizarlas en laboratorio y finalmente fueron incinerados, afirmó el subsecretario de Ganadería de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario Rural y Pesca (Sedarpe), Juan Castro Loría.
Asimismo, dijo que es la primera ocasión en que los encargados del sacrificio de cerdos en el rastro de Chetumal reportan a las autoridades de la Sedarpe que detectan anomalías entre los restos de los animales durante la matanza, motivo por el cual se abrió una investigación; sin embargo, el Ayuntamiento de Othón P. Blanco es el responsable directo de lo que allí sucede.
Castro Loría informó que este problema encendió los focos rojos en las autoridades de sanidad pecuaria y salud pública en Quintana Roo, puesto que los cerdos desde la salida de la granja hasta el rastro tienen que pasar cuando menos tres filtros sanitarios.
Expresó que ya entabló diálogo con las autoridades sanitarias del vecino estado para que revisen la granja y se hagan los estudios de laboratorio, a fin de determinar la gravedad de la enfermedad pulmonar que presentaron los cerdos que fueron introducidos al rastro de Chetumal, para darle seguimiento.
Destacó que ya se alertó a las autoridades de los municipios que cuentan con rastros para que extremen sus medidas en cuanto al sacrificio de cerdos, en tanto se tienen los resultados de laboratorio que determinarán la gravedad del problema.
La granja ya fue identificada y no se permitirá que ésta continúe introduciendo animales sin la guía sanitaria de autorización del estado, acotó.
En la entidad diariamente se sacrifican 500 cerdos, en la capital del estado de 20 a 25, aunque la mayor parte de la carne para el consumo humano llega en canal y se oferta en los centros comerciales y tiendas especializadas en cortes.
CG