Periodico POR ESTO! Captó en In Fraganti a empleados de la CROC, que fueron arrojar escombros al área en donde están las torres de electricidad que están en la parte trasera de la funeraria San José, sitio que es usado por constructoras para tirar sus desechos.
Los trabajadores de la zona comercial aledaños a las calles avenida Solidaridad con carretera federal, manifestaron que siempre llegan trabajadores de las empresas constructoras y ciudadanos a tirar sus desechos al terreno baldío, en esta ocasión en punto de las 13:00 horas, este medio de comunicación visualizó como empleados que tripulaban un camión estaquita de la CROC con número de placas 7-SWF-05A arrojaron material de la camioneta en un camino de terracería.
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Inmediatamente al ser captados por el lente de este periódico y de otros empleados de la zona emprendieron la huida. “Ya me tienen hartos, que vengan a tirar sus desechos a este sitio que no es un basurero”, dijo un vecino.
Asimismo, el empleado de nombre Luis, comentó que anteriormente los responsables del municipio le achacaron la culpa a un comerciante conocido como “El Negro”, que tiene un negocio de material pétreo, pero los vecinos del área comercial indicaron que este limpió el sitio que le corresponde, por lo que solo retiró los desechos de alrededor de su establecimiento.
“La gente al ver el escombro, pensó que es un sitio para venir a tirar sus desechos, desde entonces, los mismos vecinos son los que llegan a arrojar sus desperdicios sólidos, desde refrigeradores, estufas, muebles, maderas, neumáticos, basura orgánica y hasta animales muertos”, expresó.
El playense, Manolo Souza reveló que desde hace tres años la cantidad de basura ha aumentado porque él mismo ha visto como los propios ciudadanos locales llegan para dejar a sus animales muertos, ya que ni siquiera hacen por ponerles cal para evitar la peste y la contaminación, que se genera por la putrefacción.
Asimismo, el trabajador informó que de hecho ha presenciado como los empleados de la empresa que manejan pipas de aguas negras, transita en esta zona, con la llave abierta con el fin de verter esta agua pestilente en la calle de terracería.
“No hace mucho cuando la última administración empezó a trabajar para la instalación de drenaje y agua potable sobre la avenida 128, fue que abrieron este pequeño camino de terracería, en donde hicieron una zanja y metieron tubería como de ocho pulgadas, lleva tan solo ocho meses y en tan solo cuestión de tres meses está lleno de desperdicios, entre maderas, muebles y otros desechos”.
Alrededor de los lotes baldíos que están convertidos en vertederos a cielo abierto hay talleres mecánicos y bodegas, sin embargo, los mismos trabajadores mencionaron que su temor es que vuelva a repetirse lo que sucedió hace meses, cuando dentro de unas bolsas de basura encontraron un cadáver.
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RM