Robos, rezago, vandalismo, sistema híbrido, falta de inversión y casos de coronavirus en menores de edad, fueron algunos de los retos que enfrentó el sector educativo en la Zona Norte de Quintana Roo a raíz de la emergencia sanitaria, la cual dejó a 236 mil alumnos sin clases presenciales durante 2021.
Tal es el caso de Romina, una niña de siete años de edad, quien cursó su primer año de primaria a distancia, siendo difícil para ella y para su mamá, pues además, esta modalidad de estudio no le permitió convivir con sus compañeros.
“Me gusta más asistir a la escuela porque puedo convivir con más niños. Tengo un hermano, pero es muy pequeño y no puedo jugar con él”, dijo en entrevista para Por Esto!
Para Romina es mejor la escuela presencial, porque algunos de sus compañeros no tienen las herramientas para estudiar en casa y se han atrasado en su aprendizaje al tener dificultades para conectarse y seguir las clases en línea. “Algunos compañeros están asistiendo a la escuela para regularizarse”.
De acuerdo con Carlos Gorocica, Subsecretario de Educación de la Zona Norte, el sector educativo fue muy afectado por la pandemia por COVID, por lo que se implementaron estrategias para que los alumnos regresen a los planteles, tras un año en confinamiento.
“Los retos se multiplicaron tras la pandemia, pero siempre estuvimos atentos de que no repercutiera en los niños. En 2022 seguiremos enfrentando más, pero estamos trabajando en la encomienda de mejorar la educación”, dijo para Por Esto!
Benito Juárez fue el municipio que presentó el mayor número de deserción escolar de la Zona Norte, con 5 mil 500 estudiantes, tras el confinamiento y la implementación del programa “Aprende en Casa”.
De acuerdo con Gorocica, de los 236 mil alumnos registrados, 11 mil no siguieron el programa, siendo Cancún el que más abandono presentó, seguido por Solidaridad, con 3 mil 300; y Cozumel, con mil 325, lo que derivó en un rezago educativo muy latente en la zona.
Rezago educativo aumentó
La deserción escolar, sumada a la disminución del presupuesto para la educación durante la pandemia, provocó que Quintana Roo fuera uno de los estados con mayor rezago educativo a nivel nacional, con 259 mil 57 alumnos, según el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2021, que publicó la Secretaría del Bienestar.
Por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala que la Entidad tuvo un retroceso de 20 años en la asistencia escolar en personas de entre seis y 14 años, por la falta de inversión en tecnología, pues 66 por ciento del alumnado no contó con las herramientas necesarias para continuar con su educación.
A este rezago se anexó que, 42 por ciento de los niños indígenas no tienen Internet, televisión o teléfono celular, lo que les impidió seguir el ciclo escolar, teniendo que abandonar sus estudios en 2020 y parte de 2021.
En ese sentido, la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) aseguró que el atrazo era inevitable, situación que se seguirá reflejando durante los próximos años.
Por su parte, el Informe Estatal del Ejercicio del gasto 2021, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), reveló que, en 2020, el Gobierno de Quintana Roo asignó 9 mil 715 millones de pesos, siete por ciento menos que en 2019, lo que se reflejó en el atraso escolar este año.
“Nuestros chicos tomaron clases a través del programa “Aprende en Casa”, durante más de un año, lo que implica que, al no tener clases presenciales con sus maestros, en todos los horarios y con toda la atención que tenían cuando están al frente de su grupo, hubo rezago en los plazos establecidos, principalmente en materias como Español y Matemáticas, aunado a la situación socioemocional”, detalló Gorocica.
Vandalismo, mal que aqueja a la educación
Aunque el banderazo del regreso a clases se dio el pasado 30 de agosto, no todo fue como se esperaba, pues además de que la SEQ intentaba garantizarle a los padres de familia que las escuelas tenían las condiciones para volver, 60 por ciento en la Zona Norte fueron vandalizadas y no podían iniciar curso.
Para su rehabilitación se tenía un presupuesto de 21 millones de pesos, monto que sería insuficiente, pues se contabilizaron 121 planteles saqueados y que se incrementaron conforme pasaron los meses.
En total, 186 centros educativos fueron desvalijados en el primer cuatrimestre del año; para julio, eran 310. Algunos fueron atacados hasta en tres ocasiones. Dos escuelas fueron desmanteladas en la Zona Norte de la Entidad.
Es diciembre y la SEQ no logra rehabilitar la totalidad de los planteles, pues varios fueron destruidas en el periodo de octubre a diciembre, por lo que será hasta el próximo año cuando se sepa el número que está operando de manera correcta.
Casos COVID-19
Luego del inicio de clases a finales de agosto, se registraron los primeros casos de coronavirus. En los siguientes meses se llegó a 79 enfermos en las escuelas de Quintana Roo, de acuerdo con datos la Secretaría de Educación.
Gorocica destacó que 80 por ciento de los contagios se dieron antes de iniciar el ciclo escolar; sin embargo, hubo contagios posteriores, que fueron durante las clases presenciales.
Nuevamente esta situación puso en jaque al sector educativo, pues los padres de familia se cuestionaban si realmente había sido una buena idea regresar a las aulas, por lo que se creó el comité “Regreso seguro y responsable”, donde los propios progenitores vigilaban que las escuelas cumplieran con los protocolos de sanidad, entre ellos la aplicación de gel antibacterial, la toma de temperatura y el aforo, que hasta el momento se mantiene en 30 por ciento.
Las escuelas de educación básica en la Zona Norte de Quintana Roo avanzan con la reapertura de los planteles. Al 11 de diciembre operan mil 325 centros educativos, de 2 mil 500, es decir, 53 por ciento.
El Subsecretario de Educación del norte del estado, Carlos Gorocica, aseguró que se tiene un mejor panorama en cuanto a las reaperturas, por lo que el aforo en las escuelas podría aumentar a 50 por ciento en 2022.
“Seguimos reabriendo los centros escolares. Tenemos 53 por ciento operando, tanto presencial como híbrido. Sólo es cuestión de seguir con las medidas sanitarias”, dijo en entrevista con Por Esto!
Destacó que las escuelas tienen libre albedrío para ampliar o no sus horarios, lo que depende de su capacidad.
“Para el próximo año también se espera ampliar los horarios, todo depende de las instrucciones y de que se cumplan los reglamentos. No hay que bajar la guardia aunque se avance en la vacunación”, finalizó.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
CG