Como ya se ha expresado antes, si el aeropuerto de Cancún hablara, contaría un sin de historias que ocurren en sus instalaciones todos los días. En esta ocasión, las historias de San Valentín son las que predominan.
Muy enamorados
Edgar y Bety tienen cuatro años de casados, a pesar de la pandemia, decidieron viajar de Colima a Cancún para festejar el 14 de febrero de una forma diferente; frente al mar.
Agarramos como pretexto el cumpleaños de un amigo, el que viene por nosotros, que cumple mañana, entonces vamos a aprovechar el sábado y domingo para festejar, ya el lunes regresaremos a trabajar”, manifestó la joven pareja, que derrochaba amor, a tal grado de vestir iguales para su viaje, “se le ocurrió a mi esposa, y ya sabes que no se puede decir que no a la patrona” manifestó Edgar.
Amor, a pesar de la distancia
Durante un recorrido llevado a cabo por el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) se abordó a la familia Marchán de Venezuela, quienes arribaron a esta terminal aeroportuaria para continuar su viaje a Francia y arribar al que será su nuevo hogar, Portugal.
Por el momento sólo venimos mi madre, mis hijos y yo, mi esposo nos va alcanzar en unos meses, aunque no lo planeamos así, volar antes del día de los enamorados nos tiene tristes, pero la situación en nuestro país es ya muy complicada, entonces a pesar de amar nuestra tierra, decidimos dejarla para comenzar de nuevo en Portugal con mi hermana, así que a pesar de una gran tristeza, la vida nos llenará de alegría cuando veamos a los nuestros mañana” manifestó la familia antes de tomarse una foto dentro del transporte público y gratuito para moverse entre terminales del Aeropuerto de Cancún.
Amor incondicional
Al arribar a la Terminal Tres (T3) del Aeropuerto de Cancún, nos encontramos con Elizabeth y Sam, dos viajeros norteamericanos con 57 años de casados, quienes recorrían la terminal a paso lento, pues Sam empujaba la silla de ruedas de su esposa, para poder acceder a la zona de abordaje.
“El amor verdadero si existe, si no pregúntenle a ella, me ama” manifestaba el anciano que en todo momento se mostró sonriente y atento a lo que requería su dama, la cual, aseguró decidieron regalarse unas vacaciones en Cancún para conmemorar este día, “lo planeamos desde hace un año, no pensamos en pandemia ni COVID-19, sólo queríamos hacer algo diferente y mira, ya les podremos contar a nuestros nietos que visitamos la playa en plena pandemia y sobrevivimos”, mientras se reían y eran auxiliados por personal de este centro aeroportuario.
Todo tipo de amor y amistad
Para finalizar el recorrido, nos encontramos con dos amigos, que por sus muestras de afecto llamaban poderosamente la atención, se trataba de un caballero de entre 40 y 50 años, que cargaba a su perro, un “Buldog francés”, mientras lo acariciaba y le decía “no tengas miedo, todos tenemos que volar alguna vez” para calmar al animalito visiblemente nervioso.
MA