El golpe económico que asestó la pandemia a miles de familias, en el municipio ha propiciado que existan ciudadanos que ingresen a los terrenos baldíos a cortar árboles como el de chicozapote, para que sirva como leña.
La pareja de esposos, Pedro Solís y María Cauich, avecindados en la colonia Luis Donaldo Colosio, por más de 15 años, tiene que venir al predio abandonado que colinda con el fraccionamiento Catalunia II, para extraer madera tras caminar una brecha de más de 200 metros hacia adentro del monte, material que le sirva como leña.
Mencionaron que aproximadamente el material les dura de tres a cinco días, el cual María Cauich lo utiliza para cocinar, debido a que los altos costos del gas LP están hasta las nubes.
“Nadie se imagina que en medio de los terrenos pueden encontrarse estos árboles. Yo vengo con mi marido para ayudarlo a cargar la madera, él se encarga de cortar el árbol con el machete, de esta manera poco a poco vamos sacando la madera”, detalló.
En el terreno ejidal ubicado entre las avenidas Mayapán y Petempich, pueden encontrarse maderas preciosas, destacaron.
María Cauich, que al igual que su esposo son de Tzucacab, Yucatán, destacó que al ubicar árboles que les sirvan como leña, es una de las tantas maneras en como han podido sobre llevar la pandemia y los estragos económicos de su familia.
RM