En Cancún los ciudadanos son conscientes del peligro que existe por el COVID-19; sin embargo, la necesidad los obliga a salir a las calles, tomar el transporte público y trabajar en distintas áreas de la hotelería, entretenimiento y turismo en general, tener que atender a los huéspedes, porque no existe otra forma de generar ingresos.
Quintana Roo es un estado que depende del turismo, pues es la principal actividad económica y la columna vertebral de la economía local, Cancún surgió de un proyecto totalmente enfocado en el aprovechamiento del turismo y con el paso de los años surgieron otros destinos que conforman hoy día al Caribe Mexicano y son Holbox, Isla Mujeres, Costa Mujeres, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Cozumel, Riviera Maya, Tulum, Bacalar, Chetumal, Gran Costa Maya y Maya Ka’an.
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“Seguros no nos sentimos, pero tenemos que comer, llevamos más de un año sin nada, absolutamente nada, es por eso que ahora salimos sabiendo el riesgo que conlleva el hecho de exponernos y buscamos generar, si vuelven a cerrar todo otra vez tendremos algo guardado”, señaló Alejandro Alafat, quien se encarga de vender barras durante el día en Plaza Forum.
El turismo en Quintana Roo llegó a su punto más bajo de los 50 años de historia justo en Semana Santa del 2020, cuando las fronteras del mundo entero se cerraron y así los países emisores de turistas dejaron de hacer circular su economía al estado.
Sin embargo, existen otras personas que no se sienten en peligro, pues sus empresas hacen el uso adecuado de las medidas de sanidad en sus establecimientos como nos platicó Héctor González que dijo sentirse protegido en la compañía que labora que se siguen los protocolos adecuados.
En la zona hotelera vemos grandes aglomeraciones de personas en distintos puntos de la calle en la parte de afuera de los antros como por ejemplo Coco Bongo en donde Osvaldo Constantino es uno de los animadores más populares, confesó que el secreto es seguir los lineamientos de sanidad, “pues la verdad trato de estar lo más tranquilo y no preocuparme, simplemente tomo las medidas que nos piden y listo”.
Los trabajadores que están en primera línea atendiendo a los huéspedes, comensales y clientes son también quienes hacen circular el dinero en la ciudad y quienes están expuestos a enfermarse o hacer enfermar a algún ser querido, pero aún no se contemplan en el esquema nacional de vacunación por COVID-19 a corto plazo.
“La realidad es que si existe un riesgo, pero es menor al que pensamos en el inicio de la pandemia, si es una cuestión fuerte el hecho de trabajar directamente con el turismo, pero no me preocupa tanto”, dijo Gio Gálvez, artista profesional del baile que trabaja en hoteles.
RM