La fórmula perfecta para la degradación de un ecosistema como el de la Laguna de Bacalar está en marcha, siendo que cerca del Pueblo Mágico se desarrolla la agricultura de monocultivo con el uso de fertilizantes, además de que la ciudad carece de un manejo correcto de las descargas pluviales y residuales, sumado a la falta de cultura y promoción del cuidado de la laguna.
La bióloga Silvana Ibarra manifestó que todos los factores para la degradación de la laguna se están presentando y los esfuerzos que se realizan para cuidarla hasta el momento no son suficientes.
Desde la organización Geoalternativa del Programa de Gestión Común para el Uso Turístico en la Laguna Bacalar y del Proyecto Bacalar Sensible al Agua, la entrevistada busca que se realicen acciones para ordenar los servicios, proyectar un destino que tenga más áreas verdes que reduzcan los impactos al cuerpo lagunar y hacer conciencia del cuidado de Bacalar.
Expuso que la Laguna de Bacalar es sumamente vulnerable, probablemente la más delicada del país y está contaminándose. Aseguró que existen muestras del cambio de su composición fisicoquímica, que son evidentes al tener un agua menos transparente.
Para comprender mejor esta problemática ambiental explicó que la belleza de la diversidad de tonalidades del color azul en la superficie de la Laguna de Bacalar se debe a que el cuerpo de agua tiene bajo nivel nutritivo, lo que la hace verse más cristalina.
Sin embargo, la contaminación por diversos factores genera mayor cantidad de nutrientes procedentes de los residuos orgánicos, que alimentan la reproducción de algas, pastos y lirios. Esta vegetación es la que provoca que el color azul empiece a cambiar por uno verde en las zonas más contaminadas.
Dentro de los factores que contribuyen a la contaminación se encuentra la deforestación para actividades de agricultura en las que se emplean químicos, el insuficiente sistema de drenaje, el relleno sanitario inadecuado, y el descontrol en los servicios náuticos, entre otros.
Abundó que en el caso particular de la sección de la laguna colindante con la ciudad debe existir control del número de embarcaciones, que además generan ruido; así como de tipo de tratamiento de agua residual; además de un fuerte componente de unión social y un canal de comunicación para hacer llegar a la ciudadanía y turistas cómo cuidar la laguna.
“Debemos tener como meta común que la laguna esté bien”
Consideró que algunas instancias estatales como la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente, y la de Turismo están tomando algunas acciones, pero no han tenido un fuerte componente de difusión, que se necesita para hacer conciencia en habitantes y visitantes.
Un desordenado crecimiento de los servicios náuticos, la carencia de un sistema adecuado de drenaje y la falta de concientización de los visitantes sobre la fragilidad del ecosistema se suma que se cuenta con un basurero municipal a cielo abierto con tiraderos clandestinos; que cerca de la laguna se desarrolla la agricultura intensiva que deforesta vastas zonas y emplean agroquímicos y organismos genéticamente modificados, es decir, transgénicos, entonces se entiende por qué existen las condiciones perfectas para degradar el ecosistema y poner a la Laguna de Bacalar en riesgo de perder su atractivo.
CI