El mes pasado, en Quintana Roo las carpetas de investigación por extorsión aumentaron 45 por ciento de acuerdo con el último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La estadística establece que, durante enero y febreros sumaron 10 denuncias por extorsión, mientras que en marzo se iniciaron 13 carpetas de investigación por ese delito, lo que presenta un aumento de 85 por ciento, en comparación con enero que registró siete denuncias.
De acuerdo con el Semáforo Delictivo Nacional, en el municipio de Solidaridad ha ocurrido 48 por ciento de las denuncias por extorsión; en segundo lugar se encuentra Benito Juárez con 22 por ciento; Othón P. Blanco tiene nueve; y el restante se divide entre los otros municipios.
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En Benito Juárez, una célula de al menos cuatro sujetos que se dicen miembros de un grupo de la delincuencia organizada, establecieron cuotas a negocios y pequeños comerciantes ubicados en las regiones 251, 255, 259, 260 y 248, que van desde mil hasta 5 mil pesos semanales, según el giro del negocio.
Mencionaron que algunos prefirieron cerrar sus establecimientos porque era prácticamente obtener ganancias para la cuota impuesta por los criminales, pero tampoco interpusieron alguna denuncia por temor a los extorsionadores.
Los comerciantes, que por temor a represalias pidieron no ser mencionados, dijeron que recibieron un recado con un número telefónico al que debían comunicarse. La voz al otro lado del teléfono les impuso la cifra semanal a pagar, que puntualmente es recogida por uno de los delincuentes; los que se negaron fueron amenazados de muerte mediante videos que circularon en redes sociales el año pasado.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe 2020) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), estima que el porcentaje de delitos que no se denunciaron o no iniciaron una investigación en las Fiscalías durante 2019 fue de 92.4 por ciento a nivel nacional, entre los delitos con mayor cifra negra se encuentra la extorsión con una tasa de 97.1 por ciento.
Cabe mencionar, que el primer trimestre del año pasado, que se contabilizaron 90 casos, el delito disminuyó 39 por ciento, en comparación con este año en el mismo periodo que reportó 23 denuncias.
Sin embargo, la Organización Causa en Común señala que el comportamiento a la baja en el registro de algunos delitos fue resultado de la pandemia, las medidas de aislamiento y la movilidad en general. En algunos casos, la pandemia implicó una reducción en el registro de robos con violencia y robo de vehículo con violencia; en otros casos, un aumento en agresiones familiares y el narcomenudeo.
Señala que un registro bajo también podría significar que las autoridades no promueven la denuncia, que los ciudadanos no tienen suficiente confianza para reportar los incidentes o que las autoridades manipulan las cifras de incidencia delictiva.
Recientemente, la Clínica Sobrino, con más de 30 años de brindar servicio en la Supermanzana 63 de Benito Juárez, cerró sus puertas por las reiteradas amenazas al no ceder a la extorsión de criminales; el propietario hizo un llamado al gobernador, Carlos Joaquín González y las autoridades para que tomen cartas en el asunto, pero no denunció los hechos de acuerdo con fuentes de Fiscalía General del Estado.
CG