La sabana de Chetumal no sólo está contaminada con lechuguilla, sino también se ha convertido en tiradero de desechos electrónicos y en un lugar peligroso para vivir, tanto por la fauna silvestre como por el riesgo de inundarse durante la temporada de huracanes.
La directora de Ecología Municipal, Alondra Yaxibi Martínez Flores, expresó que la proliferación de la lechuguilla va de la mano con las lluvias y en la temporada de sequía se deshidrata y muere.
Sin embargo, a través de la Cuenca del Río Hondo se están promoviendo algunos proyectos que tengan que ver con la limpieza del área, aunque no con el retiro del 100 por ciento de la planta, porque es complicado, ya que está sujeta al fondo de la sabana.
Se están haciendo diversos estudios para definir si cuentan con contaminantes y de qué tipo, los cuales tienen que ver con los depósitos que se realizan de basura electrónica como televisores, computadoras, refrigeradores, entre otros, los cuales tienen en su mayoría metales pesados.
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Tenemos presencia de cocodrilos que están bajo estudio del Ecosur y se monitorea la población y, si es posible, con la cooperación de otras instituciones reubicarlos con la finalidad de que no ataquen a las personas, como ha sucedido en anteriores ocasiones.
El mensaje que se le ha enviado a la población que gusta pescar en la sabana de Chetumal, es que mientras no se identifique la fuente contaminante que tenemos en la sabana o que repercuta en un problema de salud pública, eviten en la medida de lo posible realizar actividades dentro del cuerpo de agua.
“Estamos trabajando con las instancias correspondientes para la determinación de cuáles son los contaminantes que tiene la sabana de Chetumal, y brindarle toda la información posible a la población que viven en los alrededores y, en la medida de lo posible, hacer un saneamiento y desarrollar algún tipo de proyecto necesario para la zona.
Por otra parte, personal de la Dirección de Inspección y Vigilancia Ambiental de la Procuraduría de Protección al Ambiente, realizó visitas de inspección en predios que realizan actividades de recepción de residuos construcción y otros.
Tiran residuos a la laguna para apropiarse del terreno
Los residuos han sido depositados y arrojados en el cuerpo de agua y humedal, con la finalidad de ganar terreno a este tipo de ecosistema, conocido como “La sabana de Chetumal”, situada al noroeste de la capital.
Constataron que pobladores de la zona realizan relleno y nivelación con afectación de la zona, dañando la vegetación forestal de tipo hidrófilo, ejemplares de tule y zacate cortadura, así como mangle botoncillo, especie listada en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
La señora María, junto con sus tres hijos, desde temprano acude a la sabana de Chetumal para competir con varios ciudadanos por la mejor zona de pesca de tilapia, porque es de todos y a la vez de nadie. Tira su red al agua en espera de tener buena suerte.
Al sacar la red del agua pronto observa los resultados y saca hasta diez tilapias, todas de buen peso, y afirma: “las más grandes se las vendemos a un señor, las medianas las comemos y las pequeñas las regreso al agua para que logren crecer”.
Pescan sin temor a los cocodrilos
Afirmó que no le da ningún temor entrar al agua, sobre todo porque dentro de la sabana habitan cocodrilos y otras especies, ya que la necesidad que tiene por ganar unos cuantos pesos la hace valiente, además dijo que nunca ha tenido ningún problemas con los reptiles.
Señaló que hay mucha competencia por la pesca de tilapias en la sabana de Chetumal, pero los días que tiene buena suerte logra pescar de 20 a 15 kilos, y cuando es un mal día, menos de 10.
Asimismo, dijo que las ganancias las utiliza para la alimentación de sus hijos, pero que por el inicio del curso escolar para la compra de útiles escolares y para cubrir otras necesidades.
Cabe destacar que la sabana tiene una longitud de 15 kilómetros, desde el norte recorre las colindancias de la mitad de Chetumal; en la parte más ancha tiene 300 metros, aunque en algunas partes llega hasta 100 metros y la parte más profunda es de 4 metros.
La sabana está llena de vida, pues cuenta con diferentes especies de aves, lagartos, cocodrilos y peces, además de dos especies de mangle, tanto que hay gente que tiene como ocupación la pesca en esta laguna.
Este cuerpo de agua está conectado con los manglares de Bacalar, de la Bahía de Chetumal Santuario del Manatí, por ser parte de un gran ecosistema que se debe de conservar.
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CI