El gobierno de Carlos Joaquín rectificó su semáforo naranja y ahora colocó restricciones de verdad, el 29 de abril señaló el cambio de color, pero con las mismas medidas restrictivas que se usaron durante el amarillo, es decir el color naranja era solo de nombre, sin embargo de manera inesperada el domingo Servicios Estatales de Salud (SESA) presentó un nuevo esquema que golpea directamente al aforo en gimnasios, hoteles, iglesias, playas públicas, teatros y cines.
Fue el viernes 23 que el gobierno federal determinó que Quintana Roo pasaría a ser color naranja en el Semáforo Epidemiológico Nacional, pero en el estatal fue una semana después que se dio a conocer que esta medida sería adoptada por las autoridades de salud estatal, sin embargo al presentar el esquema, era similar en el porcentaje de lo que se permitía en color amarillo por lo que en este domingo la situación cambió. Dentro de los mayores correcciones que se realizaron fue el aforo de playas, que pasó del 60 al 30 por ciento, sin embargo en las playas públicas como en las concesionadas no hay autoridades desde hace varios meses que lleven el control del número de bañistas permitidos.
Las plazas públicas, los centros comerciales, cines y teatros, las iglesias y los casinos nuevamente reducirán su capacidad a tan solo el 30 por ciento de lo permitido, siendo este uno de los más grandes golpes a la economía local que comenzó a operar. Los hoteles y restaurantes se han reducido de un 60 de capacidad a un 50, siendo este el mayor sustento para las familias del estado, sin embargo en este aspecto aún se otorgarán los permisos especiales o Protocolo Superior que otorga la Secretaria del Turismo del estado a las empresas certificadas hasta con un 20 por ciento de capacidad extra, sin embargo hasta Semana Santa solo habían 600 certificaciones de las 7 mil que se esperaban.
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Los gimnasios deberán reducir a partir de hoy su aforo en espacios abiertos del 70 al 50 por ciento y en los espacios cerrados del 50 a solo el 25 por ciento, siendo este otro factor severamente castigado por los repuntes del COVID-19 que se han visto en los últimos días, el transporte público se mantiene en un 50 por ciento.
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RM