El Gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, evitó dar detalles o alguna justificación en torno a la contratación de un empresario boletinado ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para la construcción de Pisos Firmes en Bacalar. Sólo se limitó a decir: “habría que revisar el tema”.
El pasado 18 de junio, el diario Por Esto! publicó, con base en una solicitud de Transparencia, que la administración de Joaquín González contrató a una empresa cuyo representante está fichado ante el SAT por emitir facturas falsas.
Se trata de Edgar Cauich Silveira, quien en entrevista para este diario reconoció que estar fichado ante este organismo, dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no le permite participar en licitaciones públicas como en la que ganó, para encargarse de uno de los programas sociales del Gobierno del Estado.
“Habría que revisar ese tema antes de omitir cualquier información al respecto”, dijo el Gobernador tras ser cuestionado por este medio, en una entrevista con los medios de comunicación, después de la entrega de títulos de propiedad en Cozumel.
Ésta fue la última pregunta que Carlos Joaquín quiso responder. Visiblemente incómodo, puso fin al breve encuentro con la prensa.
Para el Gobernador, la necesidad de “revisar” la contratación de un empresario con un historial fraudulento lleva nueve meses después del convenio que establecieron su secretaria de Desarrollo Social, Rocío Moreno Mendoza, su directora de Infraestructura Social, María Castillo Chuc, y su subsecretario de Infraestructura Social, Julio César Lara, por 1.4 millones de pesos.
La irregularidad no sólo es observable por hacer tratos con un empresario señalado ante el SAT, sino por contratar los servicios de una empresa sin un domicilio fiscal claro, ni experiencia en la construcción de obra civil, y mucho menos antecedentes en la participación de licitaciones públicas.
El mandatario estatal también reconoció que el trabajo que se lleva a cabo para aminorar el volumen de sargazo en la playas de Quintana Roo es insuficiente, ya que ni las barreras antisargazo ni las lanchas sargaceras son capaces de soportar el recale masivo.
Es muy difícil de controlar el sargazo, dijo, al justificar que lograrlo es como pretender controlar los vientos de tormenta o de un huracán.
Ni las barreras, ni las lanchas sargaceras son capaces de soportar la llegada del intenso volumen de sargazo, agregó.
“Son rebasadas por arriba, por abajo, las lanchas sargaceras no pueden navegar de esa manera, lo que origina una crisis, ya que cuando hay tormentas de este tipo es cuando se vuelve una crisis en materia de sargazo”, indicó.
Carlos Joaquín también asentó que lo único que queda por hacer es limpiar las playas que han acaparado un volumen alto de estas algas.
“Parece que no se estuviera trabajando en ello, ya que se limpia una parte y en poco tiempo arriba más. He solicitado a cada municipio que se mantengan las limpiezas de alga marina a través de jornadas durante el día, que permita recolectar la mayor parte del sargazo que llega y pueda ayudar a no tener un alto volumen y mantenerlas limpias”, dijo.
El Gobernador informó que hasta ayer se recolectaron 16 mil toneladas de sargazo en tierra y casi 700 toneladas en el mar, lo que representa un volumen muy fuerte.
“A través de un semáforo que se rige con los sistemas de la Marina, se refleja la dimensión del sargazo que arribará a las costas del Estado”, concluyó.