Quintana Roo

El diputado federal de Morena afirma ser humilde y que vive sólo de su dieta parlamentaria, a pesar de tener una inmensa fortuna de millones de dólares en negocios inmobiliarios.

El diputado federal de Morena, Luis Alegre Salazar, ha declarado en su demanda de divorcio, bajo protesta de decir la verdad, tener como ingresos únicamente su dieta parlamentaria, con el fin de reducir la pensión alimenticia, pese a que está a punto de cerrar un trato por la millonaria venta de un club de playa en Tulum, para la construcción de un hotel, lo que incluye la renta de la zona federal concesionada a su nombre, a razón de 250 mil dólares anuales.

En marzo, agentes policiacos acudieron al domicilio de Luis Alegre y su esposa, Heidi C., para retirarla del lugar, luego de que ella afirmara ser víctima de violencia, procediendo a interponer una denuncia penal en su contra.

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Luis Alegre negó haber incurrido en esta conducta, supuestamente propiciada al haberse enterado de la demanda de divorcio ingresada en su contra.

Después de contratar a sus propios abogados, Alegre Salazar interpuso su propia demanda de divorcio, en donde afirma no tener más ingresos ni patrimonio que la dieta parlamentaria que cobra, así como un domicilio en La Florida, Estados Unidos, pues incluso la casa que habitan está a nombre de la empresa Turquesa, el “propietario” que exigía el desalojo de la propiedad en 15 días para expulsar a su esposa del domicilio conyugal.

De la pensión que propone la defensa de Luis Alegre Salazar se solicita que sea descontado el valor de una camioneta que el legislador le regaló a su esposa, pero que ahora le quiere cobrar por figurar a su nombre.

Lo anterior, pese a que el legislador es hijo de Gastón Alegre Salazar, empresario radiofónico y dueño de amplias extensiones de terrenos costeros en Quintana Roo, además de haber fungido como director general de Turquesa, director de Deutsche Bank, vice presidente de Alliance Bernstein, de ICO Global Comunications, entre otros altos puestos directivos. Incluso, a su esposa la conoció en Estados Unidos, cuando trabajaba como directivo de un banco.

Su supuesta falta de patrimonio podría quedar en entredicho al darse a conocer  el proyecto de venta de El Pez Boutique Hotel, ubicado en Tulum, al grupo Nikki Beach, para la creación de un hotel de 5 estrellas, con 90 suites, albercas, bar y restaurante, por la cantidad de 18 millones 381 mil dólares (más de 366 millones de pesos), así como un pago anual de 250 mil dólares, por el uso de la concesión federal, que se encuentra a nombre de Luis Alegre Salazar.

La oferta fue enviada en un documento, dirigido a Luis Alegre Salazar, quien es identificado en una carta de intención como el “lessor” (arrendador), al figurar directamente como el concesionario de Zofemat por 15 años. En cambio, los terrenos del hotel y de otras tierras circundantes, están en nombre de una empresa.

Cabe destacar que El Pez Boutique Hotel por años aprovechó el frente de playa de sin permiso alguno, pese a que contaban con club de playa, palapas, y demás instalaciones. Fue hasta 2020 que una inspección de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) descubrió esta irregularidad. Pocos meses después, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) expidió el título de concesión por este frente de playa, de 8 mil 649 metros cuadrados, a nombre de Luis Alegre Salazar. Es esta superficie federal con la que ahora pretende lucrar el diputado federal, al ser incluida dentro de la compraventa de este hotel boutique.

Este jueves se efectuará la audiencia ante el Juzgado Segundo Familiar, en Cancún.

JCL