Una de las enfermedades más comunes entre los menores es el sarampión y la rubéola. Pero a diferencia de otras enfermedades virales, estas dos son relativamente parecidas, pero con diferencias bien definidas. Ambas son febriles y eruptivas, pero diferencia radica en el tipo de lesión.
¿Qué es el sarampión y la rubéola?
El sarampión y la rubéola no son la misma enfermedad, ambos virus son diferentes, pero las dos comparten algunos síntomas, como el sarpullido rojo. Aunque el sarampión es un virus muy grave a diferencia de la rubéola
¿De qué forma se transmiten ambas enfermedades?
El sarampión y la rubéola se transmiten de persona a persona mediante a la saliva del infectado, una pequeña gota es suficiente para contraer el virus, su transmisión es área esto quiere decir que el virus al salir de la boca es más liviano que el aire. Ambas enfermedades son sumamente contagiosas, por ello, es importante vacunarse de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la rubéola y sarampión son:
- Fiebre alta.
- Tos, secreción nasal o moqueo.
- Conjuntivitis.
- Erupción o brote en todas las partes del cuerpo.
*en el caso de la rubéola además de las anteriores, también se producen ganglios linfáticos detrás de las orejas*.
Complicaciones de ambos virus:
Ambas pueden dar infecciones del sistema nervioso como la encefalitis. En el caso de la rubéola en las mujeres embarazadas pueden causar defectos de nacimiento graves como problemas cardiacos, pérdida de la audición y la visión, discapacidad mental o lesiones en el bazo o el hígado.
¿Cómo prevenir ambas enfermedades?
Estos virus pueden prevenirse con la vacunación, mediante la vacuna triple viral (SRP) aplicada a los niños de 1 año de edad y el refuerzo a los 6 años de vida. De igual manera se puede con la vacuna doble viral (SR), disponibles en todos los centros de salud.
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RM