Quintana Roo

Día Nacional de los Estromatolitos: Mitos y realidades sobre estas formaciones en Bacalar

La bióloga María Luisa Villareal señala que son organismos resistentes y existen en todo el mundo y el de la Laguna de Bacalar no es la más antigua
La bióloga explica que la estructura completa no es un ser vivo, sólo la “baba”, el “tapete” que está encima de la piedra / Manuel Collí

Este 15 de julio es el Día Nacional de los Estromatolitos. En el marco de esta fecha, la bióloga María Luisa Villareal Sonora manifestó que es importante su conservación, al momento de explicar que hay muchos mitos que rodean los estromatolitos, por lo que amablemente comparte su investigación al respecto.

“Es cierto, son formaciones geológicas extraordinarias y, en ese sentido, son únicas y un atractivo turístico digno de manejar adecuadamente, conservar y proteger para beneficio de todos, pero no a costa de crear un mito a su alrededor”, dijo, al exponer que existen verdades a medias respecto a los estromatolitos y la Laguna de Bacalar.

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“Hay una cosa que tenemos que entender, todo lo que dicen los defensores ambientalistas de los estromatolitos son verdades a medias, producto de lo que llamaría una visión romantizada de un proceso geológico bastante vulgar, abusando del discurso catastrofista con respecto a algo que no entienden, con una visión estrecha, tendenciosa, con la actitud y la postura de haber descubierto el hilo negro que los geólogos y los habitantes locales conocen desde hace décadas, y los habitantes históricos conocían desde hace generaciones”.

La bióloga considera que existe mucha información equivocada y manipulada a conveniencia para ocasionar pánico y urgencia para decretar un instrumento de control legal como es el Área Natural Protegida, decreto de hábitat crítico o Protur, a fin de proteger estas estructuras supuestamente únicas en el mundo.

Dijo que se investigaron fundamentos y diversas fuentes, y se detectó que muchas personas han informado erróneamente que los microbialitos de Bacalar eran únicos, los más antiguos y los más grandes. Por ello, mediante bases científicas y diversos artículos clarifica y desmiente los mitos que rodean los estromatolitos.

No sólo existen estromatolitos en Bacalar. Existen al menos dos tipos de microbialitos: Estromatolitos, los de cabeza plana, y los trombolitos (que parecen brócolis gigantes). También hay datos de que existen oncolitos, que son como esferas.

No son piedras vivientes

La bióloga explica que la estructura completa no es un ser vivo, sólo la “baba”, el “tapete” que está encima de la piedra. De acuerdo con el Servicio Geológico Mexicano, los verdaderos expertos en piedras, las microbialitas se consideran rocas sedimentarias químicas.

“No son piedras vivientes ni seres vivos. Aclaremos bien, el microbialito es una piedra. El tapete microbialítico (tapete que forma la piedra) es lo único vivo y está en la parte superior. Es riesgoso bautizarla como piedra viva porque da la impresión de que la estructura completa es un ser vivo y no es así”.

Sólo es un finísimo tapete microbialítico que está compuesto de microorganismos vivos, principalmente cianobacterias, y puede incluir hongos, crustáceos, insectos, esporas, polen, rodofitas (algas rojas), fragmentos y sedimentos de todo tipo que se endurecen y forman la estructura, de hecho se llama cementación.

De tal manera, los estromatolitos son piedras formadas por partículas que quedan accidentalmente atrapadas en las babas de las bacterias y las estructuras de otros microorganismos, se endurecen, forman piedras y finalmente al paso del tiempo geológico terminan en nuestras sascaberas, como sucede en las zonas donde existe abundancia de carbonato de calcio y eso es en el 13% de toda la superficie emergida de la Tierra.

Los de Bacalar no son los más antiguos del mundo

Estas piedras sedimentarias fosilizadas de Bacalar no tienen 3 mil 500 años como dicen, lo que sí tiene esta edad probablemente son las bacterias.

María Luisa Sonora expone que otros ambientalistas dicen que los estromatolitos tienen entre 8 o 9 mil años, unos más dicen que 6 o 7 mil.

Expone que, de acuerdo con lo investigado, no tienen más de mil años, siendo que los mayas tenían muchos años viviendo en la cuenca y no existían los estromatolitos en la laguna.  Luego las zonas más bajas y angostas de la laguna se fueron azolvando y teniendo menos profundidad, hasta que en algunas zonas se dieron las condiciones, por ahí del año 1020 de nuestra era aproximadamente, para que se comenzaran a sedimentar y crearse los microbialitos y entre ellos los estromatolitos.

“La edad de oro de los mayas ya casi había terminado y aún no había estromatolitos en la Laguna de Bacalar. Es más, los mapas del siglo XVIII muestran el cuerpo de agua y una cuenca de Bacalar distinta, no azolvada, por donde podía navegarse desde la entrada de la zona Laguna de Raudales y Laguna Guerrero, entrando por el norte desde Pedro A. Santos, bajando y pudiendo atravesar la laguna y salir desde Laguna Mariscal por Estero de Chac hacia Río Hondo y de nuevo a la Bahía de Chetumal. Aún pueden verse las cicatrices de esos antiguos pasos de agua”.

En muchos lugares del mundo existen estromatolitos

“De ningún modo quiero dar la impresión de que son poca cosa, pero es necesario entender que a nadie benefician las medias mentiras, mucho menos cuando se dicen para establecer instrumentos de control con intereses que para nada son altruistas”, expresó la bióloga.

Expone que los microbialitos se encuentran en todo el mundo en una amplia variedad de hábitats acuáticos, como por ejemplo agua dulce, hipersalina o marina. 

De acuerdo con investigadores, las microbialitos de Bacalar son muy similares a los de la Bahía de Chetumal.

Exponen que los microbialitos de Cuatro Ciénegas tienen microorganismos diferentes; pero los que sí se parecen mucho a los de Bacalar son los que hay en el Lago Clifton, en el oeste de Australia.

De hecho, la bióloga encontró que en Quintana Roo se pueden encontrar en la Laguna Chunyaxché, Laguna Chichankanaab, Laguna Azul y otras lagunas que los científicos están descubriendo.

“Bacalar no es el único sitio en el mundo, los microbialitos se encuentran en todo el mundo, son almacenes de carbonato de calcio y otros compuestos y las bacterias sobre ellas son de los organismos más abundantes que hay en el planeta y existen desde Rusia hasta la Antártida.

¿Realmente son los principales productores de oxígeno de la laguna?, se les pregunta.

Los tapetes microbialíticos sí contribuyen a generar oxígeno, pero su relevancia no es determinante ni en volumen, superficie o producción de oxígeno.

Además no están en peligro de desaparecer por el turismo, aclara.

“Son los organismos más resistentes que existen desde el inicio de la vida, pueden resistir cualquier condición adversa y siempre regresan, no estoy hablando de la contaminación de la laguna, de que las personas se paren sobre los tapetes microbialíticos, hablo de las extinciones masivas de la vida en la Tierra, hablo de que fue lo primero que resurgió casi de inmediato después del impacto del meteorito de Chicxulub”, expone la investigación de Villarreal Sonora, al señalar que no van a extinguirse por la actividad turística.

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