A propósito del Día del Árbol, que se celebra este 8 de julio, en Quintana Roo se han deforestado en la última década 90 mil 326 hectáreas de selva para actividades agrícolas y pecuarias en el sur y en el crecimiento de la mancha urbana en el norte de Quintana Roo, y para tratar de mitigar el impacto negativo, desde el 2017 a la fecha se pusieron bajo manejo forestal para el cuidado del arbolado un total de 804 mil 211 hectáreas
Y es que por Decreto Presidencial del 1 de julio de 1959, se instauró oficialmente en el país la celebración del Día del Árbol, asignando para ello el segundo jueves del mes de julio de cada año, con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre la necesidad de proteger a todas las superficies arboladas del país.
En Quintana Roo, durante esta jornada, es costumbre plantar árboles en diferentes lugares para frenar los efectos del cambio climático y concientizar sobre la tala indiscriminada. Aunque desde la semana pasada iniciaron con la reforestación en los ejidos que están en el programa Sembrando Vida.
El presidente de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas Forestales (Cocaf), Cristóbal Uc Medina, señaló que no hay mucho que festejar en el Día del Árbol, porque la deforestación para la ampliación de la frontera ganadera y agrícola son los principales problemas que se tienen actualmente.
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Destacó que de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en los últimos 15 años se estimó una pérdida bruta de 194 mil 006 hectáreas de superficie cubierta por selvas.
Sin embargo, en los estudios realizados en Quintana Roo de 2011-2018, resume que la deforestación registró una pérdida de 90 mil 326 hectáreas, esta situación fue originada en gran medida por actividades agrícolas y pecuarias que dominan el sur del Estado.
Cabe señalar que los periodos de análisis fueron determinados con base en la calidad de las imágenes de satélite disponibles para asegurar que tuvieran la menor nubosidad o fallas del sensor.
La deforestación en orden de magnitud por municipios son: Bacalar, 24 mil 535 hectáreas; Othón P. Blanco, 24 mil 452; Felipe Carrillo Puerto, 13 mil 402; Lázaro Cárdenas, 6 mil 016, y Benito Juárez 5 mil 980 hectáreas, que en conjunto representan el 82 por ciento de la deforestación total en el periodo 2011-2018.
De este 82 por ciento, Othón P. Blanco y Bacalar fueron los dos municipios en los que más se presentó deforestación; entre ambos contribuyeron al 54 por ciento del total registrado en la Entidad.
A nivel de núcleo agrario, en el municipio de Bacalar las áreas con mayor deforestación se concentraron en los ejidos Salamanca, El Bajío, Río Verde, Nuevo Tabasco, Miguel Alemán y El Cafetal, ejidos con una fuerte incidencia de programas de apoyo gubernamental para el fomento agropecuario.
En Othón P. Blanco se registró mayor intensidad de cambios de uso de suelo forestal en los ejidos de Caobas, Laguna Om, Ramonal, Río Hondo, Guadalajara, Sacxán y Palmar, principalmente al impulso que el ingenio azucarero e instituciones gubernamentales realizaron para impulsar la siembra de la caña de azúcar y la producción de ganado.
En el norte del Estado la dinámica de la deforestación se debe a causas distintas; en el municipio de Benito Juárez la actividad urbana y el crecimiento de la infraestructura turística han ocasionado la pérdida de 4 mil 027 ha de selvas en el periodo 2011-2018.
De acuerdo con los estudios, en Quintana Roo se pierden aproximadamente 33 hectáreas de selva al día, del 2011 a la fecha se han perdido aproximadamente 90 mil 326 hectáreas de selvas. La pérdida de estos ecosistemas implica daños irreversibles de flora y fauna, e impactos negativos para las poblaciones humanas.
Principales cambios de cobertura de suelo son tres: la actividad agrícola que ha contribuido al 50 ciento de la deforestación, se pierden 5 mil 904 hectáreas de selvas al año por el avance de la frontera agrícola. La actividad ganadera ha contribuido al 38 por ciento de la deforestación, se pierden aproximadamente 4 mil 900 hectáreas. La actividad urbana ha contribuido al 13 por ciento de la deforestación, se pierden aproximadamente mil 882 hectáreas de selva al año por la expansión urbana,
Programas para preservar los bosques
En Quintana Roo, para proteger a estos seres vivos, se implementó en el año 2017 la Ley de Conservación, Mantenimiento, Protección y Desarrollo del Arbolado Urbano, para la conservación y mantenimiento de todos aquellos árboles plantados en las áreas urbanas de los municipios de la Entidad, señaló el titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema), Efraín Villanueva Arcos.
Para proteger los árboles se ha establecido el Reglamento de la Ley de Conservación, Mantenimiento, Protección y Desarrollo del Arbolado Urbano del Estado de Quintana Roo para desarrollar y ejecutar un programa de reforestación en centros de población urbanos y de educación (con especies nativas).
Se han establecido 17 condicionantes a igual número de resolutivos en materia de Manifestaciones de Impacto Ambiental, de las cuales se obtienen plantas para destinarlas a reforestación, como la realizada en diciembre de 2020 en el municipio de Benito Juárez, con la que se inició la Campaña 1000 + 1 Árboles. En 2021 se sumaron a esta campaña Solidaridad, Tulum, Othón P. Blanco y la isla de Cozumel.
En el 2019, a través del cumplimiento de la condicionante de resolutivo, se obtuvo la donación de material, herramientas e insumos para producción de plantas, misma que en febrero de 2021 fueron entregadas en donación al H. Ayuntamiento de Othón P. Blanco para la producción de plantas en el vivero del Parque Ecológico Zazil-Ha, en la ciudad de Chetumal, iniciando así con la Campaña Sembrando Conciencia.
El programa asegura los servicios ambientales de los ecosistemas (producción de oxígeno, captura de dióxido de carbono a través de su secuestro funcionando como sumideros de carbono, conservación y reabastecimiento de los mantos acuíferos, disminución de la erosión del suelo y mitigación de los efectos del calentamiento global). Se planea el establecimiento de al menos 10 viveros del 2021 al 2022.
En este sentido, en los 5 años de gobierno, en la Sema se recibieron 38 Documentos Técnicos Unificados, a través del Comité Técnico de Manejo Forestal, que emitió opinión técnica favorable a 31 ha que integran 157 mil 521 hectáreas de la superficie de área forestal permanente bajo aprovechamiento.
En los últimos meses también se emitieron 5 opiniones técnicas a Documentos Técnicos Unificados de los ejidos Los Lagartos, en el municipio de José María Morelos, que ya cuenta con su Programa de Manejo Forestal autorizado por mil 846 hectáreas, ejido Chan Chen Chico, municipio de Tulum, ejido Petcacab y Polinkín, municipio de Felipe Carrillo Puerto.
Ejido Nuevo Centro de Población Ejidal Huatusco y Ejido Nuevo Hoctún en el municipio de Bacalar, éste último con opinión técnica no favorable; integrando al área forestal permanente 13 mil 792 hectáreas una vez emitida su respectiva autorización federal.
En 2021, con la integración de 159 mil 367 hectáreas, resultado de la autorización de 32 Documentos Técnicos Unificados, se suma una superficie estatal de 804 mil 211 hectáreas bajo manejo forestal.
Además, el 30 de abril del 2021, mediante el decreto No. 108, se expidió la Ley de Quemas y Prevención de Incendios Forestales de Quintana Roo, que regula el uso de fuego en actividades relacionadas con la explotación de la tierra para fines agrícolas, ganaderas o de otra índole.
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RM