Empleados de un supermercado en Cozumel denuncian a sus jefes por permitir que los trabajadores laboren con síntomas de COVID-19; señalan que una de las cajeras contagió al menos a 25 personas y ella actualmente se debate entre la vida y la muerte en un hospital.
Alertan que de nada sirven los filtros de seguridad e higiene activados a la entrada de esta tienda de autoservicio ubicada en la avenida Rafael E. Melgar, pues hay anomalías con los trabajadores.
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Bajo anonimato, manifestaron abusos y maltratos por parte de sus superiores, pues cuando algún colaborador presenta gripe o malestar, lo obligan a laborar y no les exigen pruebas de antígeno o PCR para comprobar o descartar el virus.
Explicaron que hace dos semanas una cajera se infectó del SARS-CoV-2, pero a pesar de sentirse mal, siguió laborando, así que contagió a por lo menos 25 compañeras y compañeros.
Aseguran que algunos todavía están en cuarentena o en recuperación en sus domicilios, pero la mujer que los contagió está grave y hospitalizada.
Expusieron que sus jefes son muy inconscientes, pues no les importa la salud de los empleados, ya que les piden que laboren, aún con gripe o dolor de cabeza; “en lugar de pedir una prueba negativa de COVID, los obligan a trabajar”.
Advierten que el problema no se limita a los empleados, pues la gente que acude a comprar a la tienda también está en riesgo. “Si nuestra compañera contagió a varios empleados, es obvio que también a algunos clientes; no hay ninguna autoridad que supervise el manejo del personal o que les pidan pruebas anticovid”.
Dijeron que de un total de ocho cajas que tiene este supermercado, sólo funcionan tres.
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CG