Melina Soto, Coordinadora en México de Healthy Reef (Arrecifes Saludables), alertó por el dragado que realice Grupo Xcaret para construir su marina, pues los sedimentos afectarían a los arrecifes y sobre todo a los corales donde siguen trabajando para revertir la enfermedad del síndrome blanco en la Riviera Maya.
Aunque admitió que desconoce el proyecto en general, sí dejó en claro que la principal amenaza que hay con este tipo de obras es asfixiar a los corales.
Como se recordará, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó en agosto de 2019 el proyecto denominado Sol de Selva, pero derivado de la pandemia por COVID-19, hasta hace poco tiempo iniciaron los trabajos, lo que ya desató reacciones.
El proyecto contempla la construcción de diques de escollera de dos brazos, con una longitud de 65 metros para el primer brazo y 190 metros para el segundo, formados por una capa núcleo de rocas, una capa de cubos lisos prefabricados y una tercera capa de bloques ranurados, que llegarán a nivel del proyecto. Los rompeolas estarán orientadas de Sur a Suroeste, y ocuparán una superficie de 5 mil 843.09 metros cuadrados.
Además, se prevé la construcción de un muro de contención perimetral, de concreto armado, cimentado con zapatas corridas de 640 metros de longitud; la primera de base de roca sólida, la segunda de relleno consolidado y la tercera con una sección en talud, asimismo, contará con un andador turístico en la corona de los rompeolas, en una superficie de 923.63 m2.
Para el dragado, se contempla la construcción de una dársena a la cota de -3 NBM (Nivel de Bajamar Medio), para conectarla con las aguas exteriores del mar, con un volumen de dragado de 67 mil 652.23 m3, en una superficie de 18 mil 910.59 m2; y muelles flotantes: sistema de atraque, en forma de peine, para 15 embarcaciones, de máximo 4 metros de eslora, con dos escaleras de concreto para su ingreso, bitas y defensas, que se ubicarán de forma perimetral, con una zona flotante y una fija.
En este sentido, la especialista confió en que tendrán gente durante la obra, que estará revisando “que tenga barrera de sedimento. La verdad no estoy al tanto, pero habría que estar muy pendientes”, apuntó.
Pero, destacó que el problema del síndrome blanco, que es una de las principales enfermedades que padecen los corales en este momento “sigue afectando los arrecifes y habría que tener cuidado de no esparcir sedimentos porque avanza la enfermad”.
Destacó que esta enfermedad empezó en Florida, Estados Unidos, “después del dragado del Puerto de Miami y hay que tener mucho cuidado con este tipo de procedimientos en las obras”.
Por su parte, Ramón Magaña, reconocido instructor de buceo de la Riviera Maya opinó que “toda construcción, toda alteración que le hagas a un ecosistema, va afectar de una manera u otra”.
Respecto a la marina de Xcaret, sostuvo que por muy ecológica que se diga la empresa, “van a entrar y salir barcos a toda hora y al final del día habrá mucho derrame de combustible, será un impacto negativo”.
Incluso, apuntó que esta zona donde se desarrolla, al ser rocosa, tiene un área de creación (reproducción de especies) por ser de difícil acceso. “Pero, si ya no será tan inaccesible, creas una cadena de afeSemactación negativa hacia el ecosistema”.
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“El daño es inminente, son ecosistemas coralinos que tardan miles de años en crecer y recuperarse, y el impacto ahí está, ojalá que realmente se sigan parámetros, las reglas y las leyes para que sea mínimo”.
CG