Dormidos, sobre un colchón, tomando cervezas en una alberca de botellas vacías, bajo el puente vial a la altura de la avenida Luis Donaldo Colosio en Playa del Carmen, así se encuentra un grupo de indigentes ajenos e indiferentes al huracán que se aproxima.
Lo más preocupante es que al momento, no se ha acercado ninguna autoridad para advertirles o invitarlos a ir a alguno de los refugios habilitados para que, una vez empiecen las lluvias no expongan su integridad.
Pepenadores, limpiaparabrisas o simplemente gente que vive de pedir monedas a los automovilistas, este grupo ha encontrado entre los tubos del gasoducto un nuevo cobijo y entre los pilotes del puente, se acomodan para platicar y discutir asuntos más importantes como el sitio a dónde llevarán los residuos sólidos que han juntado para obtener unos cuantos pesos.
Otros, durmiendo sobre un viejo colchón en la vía pública de Playa del Carmen, se dan calor con sus cuerpos aunque en realidad no es que lo necesiten, más bien es la única opción para dormir si no cómodos, por lo menos sí en suavecito.
Decenas, cientos de autos que los observan o a quienes les ofrecen el servicio de limpieza del parabrisas, pero de las autoridades, no les han brindado apoyo alguno.
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CG