Incrementan 48% los casos de desnutrición en Quintana Roo durante 2021: Sinave

De acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), en lo que va del año, Quintana Roo alcanzó los 400 casos de desnutrición, 130 más que en el mismo periodo de 2020, que registró 270 casos.

Del total de casos, la estadística arroja 210 mujeres y 190 hombres diagnosticados en hospitales públicos de la entidad que, además, requirieron de atención médica para superar los 21 casos catalogados como desnutrición severa, 43 casos moderados y 336 leves, así como 260 menores de 12 años, contra los 50 registrados como desnutrición severa en 2020.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la desnutrición es una afectación al cuerpo cuando no se reciben los nutrientes suficientes, debido a la mala alimentación, inanición por la falta de alimentos, trastornos alimentarios, problemas para digerir o absorber los nutrientes; además de ser una condición patológica inespecífica, sistemática y reversible en potencia que resulta de la deficiente utilización de los nutrientes por las células del organismo.

Antonio Danel Beltrán, presidente del Colegio Médico de Quintana Roo, asegura que existen diversos factores que pueden generar la desnutrición infantil, pero la pobreza es uno de los más recurrentes, además de los desastres naturales, problemas políticos e incluso conflictos bélicos.

Cabe recordar que Quintana Roo se encumbró en 2020 en el primer lugar nacional de crecimiento de la población carente de una alimentación nutritiva y de calidad, precisó el más reciente análisis de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y pasó de tener el 20 por ciento de su población en 2018 bajo esta condición, al 29.4 por ciento en el 2020, lo que significa que 553 mil personas en el Estado carecen de una alimentación digna, como consecuencia de la pandemia por COVID-19 que desplomó los ingresos de los quintanarroenses.

De acuerdo con el presidente del Colegio Médico en la entidad, la desnutrición aguda se determina cuando el peso para la talla está por debajo de menos dos de lo indicado y puede acompañarse de delgadez y otros síntomas, como diarrea, vómito y deshidratación, debido a la pérdida de peso, el cual es inferior al 30 por ciento de lo normal y las funciones corporales se ven afectadas, “se trata de una situación crítica, con un alto riesgo de muerte para la personas que la padecen”; mientras que la desnutrición moderada se caracteriza cuando una persona pesa menos de lo que debería para su estatura y edad; en lo que a la desnutrición leve se refiere, el peso es normal para la edad de la persona, pero su talla es inferior a la que debería.

El profesional de la salud asegura que la desnutrición se muestra en el largo plazo, principalmente cuando el niño o niña tiene un retraso de crecimiento; es decir, que no han alcanzado las medidas previstas para los menores de su edad, “esto se produce cuando el cuerpo no recibe todos los nutrientes que necesita, esencialmente durante los primeros años de edad”.

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Aseguró que el desarrollo físico de un niño afectado por desnutrición aguda se ve alterado y causa otros problemas como un sistema inmunológico más débil y más propensión a desarrollar diferentes tipos de enfermedades, “afortunadamente, la desnutrición es reversible cuando es atendida a tiempo, logrando que los infantes puedan tener un desarrollo normal y la mayoría de las veces sin consecuencias o secuelas que puedan afectar su vida adulta”.

CG