Mujeres con bebés en brazos, hombres cargando niños en hombros, grupos de amigos, familias completas, en los techos de casas, las ramas de un árbol, toldos de autos o lujosas camionetas e incluso la batea de alguna patrulla de la Policía Quintana Roo, fueron parte de los escenarios improvisados alrededor del Estadio Andrés Quintana Roo, qué fans del reggaetonero Daddy Yankee, utilizaron para corear y “perrear” cada uno de sus éxitos.
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Daddy Yankee en Cancún: Esto es lo que no se debe llevar al estadio Andrés Quintana Roo
No fue necesario pagar un área V.I.P., tampoco hacer largas filas y soportar las inclemencias del tiempo para el acceso y muchos menos esperar hora y media a que el artista puertorriqueño saliera al escenario, el show con drones cerca de las 23:30 horas, fue el anuncio para quienes transitaban cerca del recinto de que el tan esperado concierto iba a iniciar, entonces muchos conductores simplemente detuvieron su marcha sobre las avenidas aledañas y disfrutaron.
No era la mejor vista, pero eso no importaba, a diferencia de los fanáticos que compraron su boleto y se lograban ver en las gradas tratando de capturar el momento, afuera pocos tenían un celular en mano, las avenidas La Luna, Kabah y Mayapan, fueron los escenarios improvisados donde se podía ver a los hombres, mujeres y niños llenos de euforia bailando y coreando cada uno de los éxitos del reggaetonero, y a pesar de que por momentos entorpecían la vialidad, esto no causo disgusto para conductores quienes animando al público de la calle hacían sonar la bocina de sus autos.
Después de la 01:00 de la mañana, los fuegos pirotécnicos les anunció que el concierto terminaba, poco a poco la gente volvió a sus autos y comenzó a despejar las avenidas, abriéndole paso a los taxistas quienes aprovechando la afluencia que llegó de la Riviera Maya y de los locales, aumentaron sus tarifas, hubo quienes tenían que llegar a Tulum y pagaron hasta dos mil pesos por ese viaje, y algunos el triple para poder llegar a algún fraccionamiento en Cancún como Urbi, Villas Otoch o Paseos del Mar, ubicados en la periferia.
Una noche inolvidable para quienes ahorraron y pagaron para ver a su artista favorito, una noche divertida para quienes no tenían planeado asistir.
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NR