La abogada y activista feminista, Ariadne Song Anguas denunció ataques y amenazas hacia ella y sus familiares por parte del Gobierno de Quintana Roo, que encabeza Carlos Joaquín González, así como de grupos religiosos y cárteles de droga, algo que ha puesto en inminente peligro su vida.
¿Cómo inició todo?
Desde el 2020 inició mi calvario; desde hace dos años yo he denunciado ante la Fiscalía y el Gobierno de Quintana Roo amenazas directas, que no sólo ponen en peligro mi vida, sino la de mis familiares. Por ejemplo, en diciembre de 2020, cuando estaba en la toma pacífica del Congreso del Estado, después de la marcha “provida”, rompieron el parabrisas de mi vehículo e intentaron incendiar mi casa con bombas molotov y mis hijos adentro, de esa denuncia por amenazas y daños, hasta el día de hoy no hay responsables y no han realizado una investigación.
¿Ya has interpuesto denuncias?
Después de este ataque se han suscitado otras amenazas graves, pero que no han sido investigadas, a pesar de que amplié varias veces mi denuncia. Por ejemplo, las pintas donde estaciono mi vehículo en mi lugar del trabajo, dicen que soy una perra y me amenazan de muerte; sin embargo, el Gobierno (de Quintana Roo) no fue capaz de brindarme una protección.
¿Cuál ha sido el principal problema de tu activismo?
Ellos no quieren que ayude a las mujeres de las comunidades mayas de Quintana Roo, porque soy la única defensora de Derechos Humanos y que puede actuar bajo las leyes para ampararlas. Luego de esas amenazas, se robaron la llanta de refacción de mi vehículo, siendo que se pudieron robar otras cosas, pero la idea era que no me pudiera trasladar a las otras comunidades de origen maya, como Bacalar, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos. No querían que le brindara asesoría gratuita a mujeres y niñas que son víctimas de delito de violencia de género y derivado de que tienen escasos recursos económicos o viven en la pobreza, no pueden acceder a la justicia. Me contactan para acceder como último recurso a poder llevar sus casos.
¿En 2021 recibiste más ataques?
Sí, también fue un año muy violento para mí. En diciembre de 2021 ingresaron a mi domicilio. Rompieron la parte de atrás de la barda de mi casa y robaron artículos personales, también intentaron sustraer información personal de mis equipos como computadoras. Afortunadamente, derivado de que soy usuaria del Mecanismo de Protección a Derechos Humanos, hemos resguardado esa información en diferentes plataformas y no han podido llevársela, documentos, objetos personales sí lo hicieron.
El 31 de diciembre me robaron nuevamente la llanta del vehículo y como un hecho aislado, balearon a un vecino, quien dice no tener relación con el crimen organizado ni problema alguno con delincuentes, sin embargo, me dejaron un recado con los vecinos, que me cuidara, porque la siguiente era yo.
¿Han amenazado a tu familia?
Otro hecho se dio cuando mataron a un vecino de la colonia donde vive mi mamá, que es ya es una señora mayor. Le dijeron a los vecinos que era otro aviso para mí, la defensora derechos humanos, que era en venganza de que había metido a la cárcel a dos agresores por violencia digital en Chetumal.
El 9 y 10 de febrero las amenazas cruzaron otra frontera, ya no solamente me amenazan de muerte a mí sino a mis hijos. Envían a mi teléfono particular que no me debía presentar en los municipios de Bacalar, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, porque si no, me iban “a venadear” y a mis hijos los iban a descuartizar, que era una perra y una maldita, no le tomé tanta importancia porque supuse que habían robado los datos de mi teléfono de algún lado.
Sin embargo, el mensaje que más preocupó es el que recibí el 10 de febrero, me envían una imagen de mi domicilio como si estuvieran afuera vigilándome y me dijeron: “advertida estás, perra, vamos por ti”.
La primera denuncia que interpuse fue por una amenaza de los líderes religiosos y provida, diputados de PAN que obstaculizaron también el tema de la despenalización del aborto. También son autoridades del Gobierno de Quintana Roo, por hechos que tienen que ver con temas ambientales. Finalmente, también he tenido amenazas de cárteles de droga que buscan que yo me vaya del Estado y deje de interferir en sus asuntos y malas prácticas.
¿Las dependencias de Derechos Humanos del Gobierno te han contactado o ayudado?
El Estado sabe que se han cometido muchas injusticias contra las mujeres. Los agresores están dispuestos, el Estado no tiene capacidad, negligencia en el servicio público. A ellos les conviene que desaparezca, se meten con mis hijos, yo no gano dinero, ellos sólo me han dado largas con mis denuncias. Soy una simple mujer capacitada con perspectiva de género, no tengo ningún cargo de poder, se meten con mis hijos. El Gobierno de Quintana Roo dice que están vigilando mi casa por rondines de forma aleatoria, pero no lo hacen.
¿Cuál fue la última acción que emprendiste?
El pasado 13 de febrero subí un video a mis redes sociales y de los colectivos para dar a conocer mi caso, después de eso, recibí muchas amenazas. Me dijeron que como me gustaba llamar la atención, harían que yo apareciera en todas las noticias, refiriéndose a que me iban a matar.
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CG