Luego de que los altos contagios por COVID-19 en Quintana Roo y el deficiente trabajo de las autoridades estatales para controlar la crisis sanitaria que vive la Entidad orillaron retroceder hasta Naranja en el Semáforo Epidemiológico, el estado vuelve a color Amarillo.
Del 7 al 13 de febrero, Quintana Roo cambia al color Amarillo en el indicador de riesgo de la enfermedad, informó anoche el Gobernador Carlos Joaquín González, a la vez que instó a la población a aplicarse la vacuna de refuerzo, usar cubrebocas y acatar todos los hábitos de salud, para seguir impulsando el desarrollo económico del Estado.
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Cabe destacar que regresar al Semáforo Amarillo implica que muchos lugares públicos retomarán su nivel de aforo permitido en este nivel, a pesar de que el Gobierno del Estado no cerró negocios en ningún momento, para evitar los contagios de la cuarta ola.
Ayer se registraron 751 nuevos casos de SARS-CoV-2 en el Estado, además de siete decesos.
Un menor, en estado crítico
Un menor de dos años está en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Cancún“Jesús Kúmate Rodríguez”, a consecuencia de una neumonía por COVID-19; como él, otros cuatro pacientes -adultos- se encuentran en la misma situación, donde sus estados de salud son críticos.
En entrevista con el director del nosocomio, Aurelio Espinosa Rojas, aseveró que 14 pacientes están hospitalizados por COVID-19, donde cinco están conectados a ventiladores mecánicos debido a la gravedad de la enfermedad. En el caso del menor de edad, indicó que lleva seis días hospitalizado.
En ese sentido, el médico mencionó que los pacientes del área intensiva no cuentan con ninguna vacuna, en tanto que los otros convalecientes tienen una dosis.
“Estamos en un periodo donde está remitiendo el número de ingresos que se presenta en la clínica, actualmente tenemos 14 pacientes ingresados, de los cuales cinco están con ventilación mecánica, en la Unidad de Cuidados Intensivos en Cancún, donde está todo previsto para la atención de estado crítico”.
El galeno mencionó que los enfermos, quienes recientemente ingresaron al hospital, tienen entre 2 y 3 días y otros tienen aproximadamente 10, “son pacientes que ingresaron por neumonía (…) desgraciadamente son personas adultas –mayores- la mayor parte, arriba de los 50 años que tienen alguna comorbilidad, diabéticos, hipertensos, cardiopatías, ellos se descompensan fácilmente y llegaron en estado crítico”.
El médico puntualizó que en el caso del menor de edad que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos tiene 2 años de edad, “sus papás no están hospitalizados, solo es el menor, a él lo ve también el área de pediatría para darle seguimiento, ya que los manejos son completamente diferentes entre un adulto y un niño, sobre todo en el cálculo de los líquidos, tienen que ser muy específicos para evitar que vaya a provocarse un problema pulmonar más grave”.
Espinoza Rojas lamentó que los enfermos ingresados en el Hospital General de Cancún no cuentan con cuadro de vacunación o solo tienen una dosis anticovid, “en el caso del niño, pues no tiene acceso a la vacuna. Tenemos adultos que están aquí –con COVID-19- y que decidieron no vacunarse por alguna razón, que es respetable, es su decisión, pero a cómo está la situación más vale prevenir”.
El doctor reconoció que si bien la vacunación no exime del contagio, este pudiera ayudar a no caer en estado grave y con mayor grado de sobrevivencia, “porque es lo que hace la vacuna, producir una respuesta inmunitaria al virus”.
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CG