Quintana Roo

La inacción de la Secretaría de Medio Ambiente de Quintana Roo provocó que la lechuguilla de mar se extendiera por la sabana de la zona sur del Estado, causando problemas a la vida de especies marinas

La lechuguilla de mar continúa avanzando en la sabana ante la inacción de las autoridades ambientales de Quintana Roo, aunque estudios señalan que hasta cierto punto es benéfica, habitantes de la zona aseguran que trae una serie de complicaciones como mortandad de peces y la proliferación de pulgas de mar, que les impide realizar el aprovechamiento que realizaban antes de que se registrará la plana.

La invasión de la planta, con nombre científico pistia estratoties fue detectada en el año 2017, pero debido a la falta de acciones concretas para contrarrestar su avance, su población fue creciendo de manera veloz.

Durante los siguientes dos años, la Secretaría de Medio Ambiente de Quintana Roo (SEMA), intentó retirar la lechuguilla acuática, utilizando balsas sargaceras, pero no pudieron avanzar más de 100 metros debido a la gran cantidad que existían, por lo que determinaron suspender las labores y realizar una nueva estrategia para combatirlo.

En 2020 la sequía extrema, así como la falta de lluvias, provocaron que la planta fuera erradicada parcialmente, pero al momento de recuperar su nivel la planta regreso y ahora con más fuerza.

Sin embargo, desde ese entonces las autoridades no realizaron ninguna otra acción para cortar el avance de la planta, por lo que fue 'ganando terreno', al grado que, en este 2022 se puede apreciar una alta concentración que ha cubierto gran parte de ese cuerpo acuífero.

En el 2021, un grupo de biólogos investigadores indagaron el motivo por el cual la lechuguilla había tenido un crecimiento exponencial en tan corto tiempo y determinaron que se estaba alimentando de los nutrientes (contaminación) que había en el agua y que muy probablemente llegaban a ese cuerpo acuífero a través de los desagües.

El estudio concluyó que “puede observar claramente la evolución de colonización entre 2017-2021 de la lechuguilla de agua (pistia stratoites) que está catalogado como una de las especies de plantas acuáticas más invasoras del mundo. Los cuerpos acuáticos continentales con exceso de nutrientes provenientes de la contaminación son considerados clave para la proliferación de este invasor.”

Según el estudio, su capacidad de cubrir los espejos de agua es veloz, debido a que se reproduce sexual y asexualmente que es la estrategia más dominante. Sus altas densidades como observamos en el mapa de La Sabana estimulan efectos muy negativos hacia el ecosistema acuático como es la disminución de oxígeno de la columna de agua, disminución de las dimensiones del sistema provocados por la constante aportación de materia orgánica son una de los principales efectos que desplaza la fauna nativa, continúa el estudio.

Sin embargo, son la perdida de calidad de agua y la disminución de su abastamiento, lo que proliferan el crecimiento.

“Dirían hay que removerla, pero su principal precursor es la contaminación, el exceso de nutrientes que se vierten al sistema de forma natural o por la misma sociedad con un mal manejo de aguas residuales, contaminantes líquidos o sólidos expuestos al terreno circundante del sistema que tarde o temprano se filtran a las depresiones por escurrimiento fluvial” señaló en su momento el biólogo Cristian Huíx.

Sin embargo, para los habitantes de la zona, la planta a extinguido la causa silvestre, peces y cocodrilos que habitaban en la zona y de los cuales incluso, servía para su aprovechamiento.

Hasta el momento a pocos días de concluir el sexenio de Carlos Joaquín, no existe una estrategia para el manejo de la alga.

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CG