El reciente reacomodo de 197 reos considerados de alta peligrosidad, en diversos penales de máxima seguridad del país no es suficiente para depurar la sobrepoblación que existe en los Centros de Reinserción Social (Ceresos) de Chetumal y Cancún, así como en el Centro de Retención Municipal de Playa del Carmen.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), en la entidad hay un hacinamiento del 42 por ciento; cifra que aumentó 15.22 puntos porcentuales en sólo unos meses, ya que a mediados del 2022 la sobrepoblación era del 26.78 por ciento; es decir, había 729 internos sobre el límite.
Además, el año pasado, Quintana Roo se mantuvo en el número 12 de las 32 Entidades con sobrepoblación de personas privadas de la libertad, por arriba incluso de Guerrero y Nuevo León.
Cifras del Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional refieren que las cuatro cárceles en Quintana Roo, tienen la capacidad para albergar a 2 mil 722 personas, pero hasta el pasado mes de junio, la población era de 3 mil 117 reos, de los cuales, 2 mil 57 enfrentan un proceso penal por delitos del fuero común y federales, y únicamente 334 han sido sentenciados.
Según la Cifra Penitenciaria Nacional, en Cancún, hasta junio pasado, había 947 planchas para albergar a las personas privadas legalmente de su libertad; sin embargo, había mil 662 reos.
De éstos, mil 97 se encontraban en proceso por delitos del fuero común (989 eran hombres y 108 mujeres); y 259 por delitos federales, de ellos, 94 en proceso y el resto, sentenciados.
En el Cereso de Chetumal, en el mismo periodo, el cupo era para mil 214 prisioneros, 401 hombres y 16 mujeres, quienes se encontraban en proceso por delitos del fuero común, y 730 por delitos federales; de éstos, sólo 55 habían sido sentenciados.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública ha omitido dar cifras del número de reos que permanecen en tres de las cuatro cárceles donde hay sobrepoblación reconocida. Únicamente se confirmó que entre los muros hay seis niños: cuatro en Cancún y dos en Chetumal, donde sus madres enfrentan un proceso penal o purgan una condena.
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JG