Las reservas para la temporada de invierno están experimentando una gran demanda, lo que lleva a prever ocupaciones por encima del 90 por ciento a partir de mediados de diciembre, según los directivos de los centros de hospedaje. Esto es un pronóstico alentador, dado que actualmente el sector está atravesando su peor caída desde el inicio de la pandemia, con una disminución del 30 al 40 por ciento.
“En estos momentos estamos viviendo un mes que es casi igual al de 2020; el año pasado manteníamos una ocupación por encima del 50 por ciento”, comentó Joaquín Tzab, uno de los responsables de un hotel céntrico, al comparar la caída desde agosto pasado.
En efecto, según los datos proporcionados por la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur), la ocupación en septiembre de 2022 fue del 66.1 por ciento, y en octubre alcanzó el 71.1 por ciento. Es posible que el presente ejercicio fiscal termine por debajo del 74.7 por ciento registrado el año anterior. En ese momento, el municipio se ubicaba en el tercer lugar general entre los destinos del Caribe Mexicano, detrás de Cancún con un 76.3 por ciento y Riviera Maya con un 76.2 por ciento.
Hasta julio pasado, Isla Mujeres lideraba la ocupación con un impresionante 82.94 por ciento en julio y un 83.1 por ciento al final del mes. Cancún mantuvo una ocupación del 80.43 por ciento en siete meses, mientras que la Riviera Maya registró un 80.29 por ciento.
Incluso los grandes hoteles de lujo en Costa Mujeres presentan una ocupación de hasta el 50 por ciento en este mes de octubre, lo cual es considerablemente mejor que los centros de hospedaje en la isla. Para atraer a los visitantes, han reducido sus tarifas a un “parámetro negociable” de hasta el 30 por ciento.
En cuanto a la ínsula, algunos hoteles pequeños logran mantener ocupaciones por encima del 50 por ciento los fines de semana, pero los establecimientos gestionados por familias locales informan de ocupaciones por debajo del 20 por ciento..
Algunos se quejan de la fuerte competencia con casas de vacaciones que ofrecen precios inferiores a 800 pesos diarios y evaden el pago de impuestos. “Mientras sigamos enfrentando este tipo de problema, nuestra situación no mejorará debido a esta competencia desleal”, denunció un miembro de la familia tradicional dueña de un hotel.
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HS