Una turbonada provocada por el Frente Frío Número 39, que alcanzó vientos del Noreste de más de 40 kilómetros por hora, derribó el domo del parque “Las Hormiguitas Obreras”, de la colonia Meteorológico. Desde hace dos años, Protección Civil advirtió que no estaba en condiciones de operar y recomendó demolerlo, al igual que la palapa de la Hacienda Mundaca.
En el edificio que se derrumbó se llevaron a cabo eventos oficiales en las últimas semanas y se permitió el ingreso de menores de edad todos los días. Ahora el área se cerró para retirar todo el material, pero no se precisó si de inmediato se repondrá el domo, o si pasará algún tiempo hasta que se programen recursos municipales para este propósito.
Algunos vecinos consideraron irresponsable no derribar antes la estructura, pues se puso en riesgo la integridad y la vida de niños y adolescentes, ya que el domo tiene 14 años de haber sido construido.
Recordaron que hace cuatro años se cayó el Domo del Adulto Mayor, ubicado en la colonia La Gloria. Previamente, el 18 de octubre del 2015 se vino abajo su barda, durante el paso de un meteoro, por la presunta mala calidad de la obra; además se produjo un deslave de tierra en la vía Paseo de los Peces.
Ambos inmuebles fueron erigidos en el mismo tiempo y no recibieron mantenimiento preventivo durante todo este periodo. Durante el paso del Huracán Grace, en agosto de 2021, Protección Civil evaluó las condiciones de varios domos en riesgo y emitió recomendaciones, como evitar el uso de los inmuebles o incluso derruirlos, para evitar percances.
Peligro latente
Otra estructura que tampoco debe operar es la palapa del parador turístico de la Hacienda Mundaca que presentó deficiencias desde el mismo año de su inauguración, en el 2014, y en un ventarrón del Este se rompió una madera del cono. Desde entonces se le colocó un puntal, pero un año después Protección Civil recomendó no autorizar su uso público.
En la lista de “focos rojos” también están el domo “Verde” de la colonia Salina; el del Colegio de Bachilleres; el Domo de la Jaula, en la colonia Salina Grande, y el de la secundaria “Benito Juárez”.
La comunidad educativa y padres de familia de los colegios se ha pronunciado en más de una ocasión para que la autoridad estatal y municipal intervengan para atender estas infraestructuras y les brinde mantenimiento general.
El caso del Colegio de Bachilleres es de los más preocupantes, porque muchas hojas oxidadas del techo ya están desprendidas y pueden causar accidentes a los turistas que cruzan por la vía perimetral, cuando haya un fuerte ventarrón; incluso esas láminas pueden volar al preescolar “Enrique Camarillo”, así como a las casas de extranjeros que residen en la isla, enfrente de la escuela.
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LV