Una encuesta realizada por los Centros de Integración Juvenil reveló que en Quintana Roo, el 20 por ciento de la población tuvo contacto con algún producto derivado del tabaco, y aunque las cifras van en decremento es importante que en este Día Mundial Sin Tabaco se sigan implementando acciones para erradicar este mal que mata al 50 por ciento de quien lo utiliza.
Esta celebración anual informa al público acerca de los peligros que supone el consumo de tabaco, las prácticas comerciales de las empresas tabacaleras, las actividades de la OMS para luchar contra la epidemia de tabaquismo, y lo que las personas pueden hacer para reivindicar su derecho a la salud y a una vida sana, así como a proteger a futuras generaciones.
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En Quintana Roo, en cuanto al consumo de tabaco se refiere, el 32.1 por ciento reportó haberlo consumido alguna vez en su vida (hombres 37.8 por ciento, mujeres 26.3 por ciento); estos porcentajes son similares a la prevalencia nacional.
El 10.8 por ciento reportó ser fumador actual (13.8 por ciento hombres y 7.6 por ciento mujeres). Los resultados por patrón de consumo indican que el 7.1 por ciento fuma diario (9.4 por ciento hombres y 4.8 por ciento mujeres) y el 4.9 por ciento ha fumado más de 100 cigarros en la vida (6.5 por ciento hombres y 3.3 por ciento mujeres).
En cuanto a cómo consiguen los cigarros los estudiantes, en secundaria el 25.7 por ciento los compra en una tienda; el 19.5 por ciento los consigue afuera de la escuela; el 4.3 por ciento los compra dentro del plantel; el 3.5 por ciento lo consigue con el permiso de sus padres; y un 45.1 por ciento sin su permiso.
En bachillerato, el 48.6 por ciento los compra en una tienda; 26.6 por ciento los consigue afuera de la escuela; el 2.1 por ciento los compra dentro del plantel; el 4.7 por ciento los consigue con el permiso de sus padres; y el 39.7 por ciento sin su permiso.
Los Servicios Estatales de Salud (SESA) a través de la Jurisdicción Sanitaria número uno, continúa fomentando en la población la importancia de tener estilos de vida saludables, y de los riesgos a la salud que representa el consumo de tabaco y la exposición pasiva a su humo.
Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, en los 72 centros de salud, en mayo se intensificaron las acciones para sensibilizar a la población de los riesgos de desarrollar enfermedades derivadas por el tabaquismo.
Al respecto se elaboraron carteles, folletos, periódicos murales, y se brindaron pláticas para informar y crear conciencia de los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco, así como la exposición al humo, como cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Estas actividades de promoción a la salud, así como la difusión y sensibilización sobre los riesgos del tabaquismo, se realizaron bajo el lema “el tabaco una amenaza para el medio ambiente”, y también se hizo énfasis en que su consumo es la principal causa evitable de muerte a nivel mundial.
También se realizaron actividades de prevención y educación para la salud, dirigidas a los grupos vulnerables como niños y jóvenes, para fortalecer los factores protectores y evitar el consumo de tabaco a temprana edad.
Pero todos estos esfuerzos se contradicen en un lugar turístico como Cancún, ya que tanto empresarios como hoteleros continúan haciendo frente a la aplicación de las modificaciones al Reglamento Antitabaco y a través de jueces federales es como siguen amparando la prohibición absoluta del comercio y prestación de servicios a los fumadores.
Tras la publicación de la ley antitabaco en enero de este año, tan sólo en Cancún fueron promovidos más de 100 amparos, casi todos realizados por restauranteros y hoteleros, quienes declararon que sus ventas bajaron considerablemente después de la prohibición.
El reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco que prohíbe fumar en espacios públicos, 100 por ciento libres de humo, y en otros lugares de concurrencia colectiva, como los estadios, plazas, parques, playas y hasta hoteles, se aplica desde el 15 de enero del 2023. También prohíbe fumar en bares y restaurantes, aunque cuenten con una zona exclusiva para fumadores.
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JG