La actividad pesquera en el Norte del municipio de Lázaro Cárdenas se encuentra actualmente operando a menos del 50 por ciento de su capacidad. La escasez de productos como el pulpo, en ocasiones la langosta y los cambios constantes en el clima, han agravado la situación de los más de mil pescadores de Chiquilá y Holbox, según David Valerio, coordinador de pesca.
Valerio explicó que la situación en el sector pesquero es altamente variable. Mientras puede haber temporadas de pesca abundante, en otros momentos la actividad desciende significativamente debido a la falta de producto y los bajos precios a los que se compra. Las lluvias y otros factores también influyen en esta situación, lo que obliga a los pescadores a buscar formas alternativas de subsistencia.
En cuanto a la producción de pulpo, se ha mantenido en niveles bajos, y aunque las cooperativas pesqueras aún no han reportado capturas, el bajo precio al que se está vendiendo ha desalentado a los pescadores, ya que consideran que no es rentable y optan por enfocarse en otras especies.
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Sin embargo, el coordinador pesquero señaló que la actividad pesquera es inherentemente variable. Hay momentos de buenas rachas en los que los pescadores pueden recuperarse y obtener ingresos sustanciales. Por otro lado, en situaciones como la actual, la situación se torna crítica y los pescadores se ven obligados a buscar alternativas para mantener a sus familias.
En temporadas de lluvia, como la que se está experimentando y que en ocasiones cierra el puerto a la navegación menor, los pescadores optan por salir a la laguna para capturar especies de escama que pueden consumir en sus hogares o vender localmente a los visitantes de las comunidades del municipio.
Valerio enfatizó que varios factores se combinan para causar la baja actividad pesquera, incluyendo la pesca furtiva, los precios bajos, el mal tiempo y la escasez de productos, entre otros. Esta situación afecta a los más de mil pescadores del puerto de Chiquilá y la Isla de Holbox, quienes se encuentran en una lucha recurrente con estos desafíos y rara vez reciben apoyo para enfrentar la disminución en la actividad.
Los pescadores también señalaron que se acerca la temporada de frentes fríos, después de lidiar con las lluvias propias de la temporada de huracanes que culmina en noviembre. En diciembre, se avecinan las vedas, lo que agrega más presión a la ya difícil situación.
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AT