El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha mantenido oídos sordos ante los riesgos que representa el derrumbe parcial de la cúpula de la iglesia católica Niño Dios, en la comunidad de Tihosuco. Desde hace más de tres meses, se ha solicitado la intervención de la instancia federal para la rehabilitación de este monumento histórico, sin que hasta el momento se haya obtenido respuesta alguna.
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El párroco de la comunidad de Tihosuco, Germán May Cabrera, informó que las instalaciones de esta iglesia siguen representando un riesgo para los fieles católicos que asisten a misa, ya que las maderas que forman parte de la estructura de la cúpula podrían desprenderse del techo.
May Cabrera continuó diciendo que “han transcurrido más de tres meses desde que se cayó una viga que sostiene la cúpula de la iglesia del Niño Dios en Tihosuco, y hasta la fecha no ha sido atendido el problema. Esto preocupa a las personas que acuden a este lugar para participar en las actividades sagradas.”
Comentó: “Ya lo tengo reportado, pero veo que esta gente no se preocupa y se acercan las fiestas de la Virgen de Guadalupe, que es cuando hay más gente, y no hacen nada para repararla.” Esto ha generado temor entre las personas que acuden a este lugar, ya que la humedad provocada por las lluvias ha sido considerable. Se registró, por primera vez, que con tanta lluvia se desplomó parte de la estructura.
Señaló que “el área de peligro se ha mantenido acordonada desde el mes de julio para evitar que los fieles católicos sufran un accidente, ya que las vigas están en riesgo de caer.”
Ante el peligro que representa, se ha solicitado al personal del INAH que supervise y realice trabajos correctivos; sin embargo, esta petición no ha sido atendida. Por ello, se hace un llamado a los representantes de esta instancia para que acudan a la comunidad y lleven a cabo las labores necesarias para reabrir los espacios que actualmente se encuentran restringidos.
La iglesia del Niño Dios experimentó su primer colapso el 18 de junio de 2021, tras una fuerte lluvia que humedeció parte de la estructura de la fachada. En la madrugada, los habitantes de la localidad despertaron súbitamente al escuchar un fuerte estruendo y, más tarde, se enteraron de que parte de la fachada de la iglesia se había desplomado, aunque afortunadamente no se registraron daños que lamentar.
Para la rehabilitación de esa parte de la iglesia, tuvieron que transcurrir varios meses, durante los cuales el Instituto Nacional de Antropología e Historia, junto con otras instancias de gobierno, invirtió varios millones de pesos en las obras de restauración.
JGH