Roberto González, quien está cuadrapléjico desde hace 7 años, causó un enorme alboroto con el cierre de la carretera federal en Playa del Carmen; ya que provocó un caos a los cientos de automovilistas que se quedaron varados y sin poder circular.
Siendo que algunos, de manera enfurecida, arremetieron contra los manifestantes; quienes solo exigían la intervención de la alcaldesa Lili Campos, e incluso de la presidenta municipal electa Estefanía Mercado, para que intercediera por el playense: y que sus atacantes Rodrigo “N” y Fernanda “N” terminen presos.
Ni la lluvia paró el espíritu de lucha de Roberto González, que se dice más vivo que nunca por llegar a las medidas más extremas: para doblegar a los jueces y autoridades a hacer su trabajo, y darle justicia a su caso; luego de que el tiempo sigue corriendo y sus agresores, que fueron sus vecinos, siguen libres y sin purgar ninguna pena.
En este cierre vial de la carretera federal 307, a la altura de la avenida 28 de Julio en Playa del Carmen, provocó hasta confrontaciones entre los automovilistas y los manifestantes; quienes solo por momentos restringían el paso de los automovilistas y choferes.
Sin que eso significara una prohibición total de los conductores de ambos carriles, que se dirigían tanto de Norte a Sur y viceversa. Ante la restricción momentánea de los automovilistas en el boulevard de Playa del Carmen, se caldearon los ánimos de estos.
Pese a que Roberto González estaba presente en su silla de ruedas, encarando a la ciudadanía, muchos de ellos revelaron que no era problema de ellos lo que estaba sufriendo el extriatleta; ya que les interesaba avanzar en la vía para llegar a su destino y sus quehaceres domésticos.
“¡Justicia, justicia, justicia! No nos moveremos hasta tener una mesa de diálogo, Robert pide ser escuchado. Lleva siete años postrado en una silla de ruedas. ¡Ya basta! Es una manifestación pacífica, nuestro interés no es perjudicar, pero es la única forma de que sea escuchado. Porque van 7 años de tener una carpeta en el olvido y en que sus agresores, que golpearon a Robert, estén gozando de una libertad”, dijo una manifestante.
Incluso, hubo automovilistas que se bajaron para pedirles a los amigos y familiares de Roberto González retirarse de la carretera federal y no perjudicar a terceros: a lo que ellos mencionaron que ya están cansados de exigir justicia; a su vez, que de ir a manifestarse al Palacio Municipal de Solidaridad no cambiaría en nada.
Dolor de un padre
El padre de Roberto González lanzó un mensaje a la ciudadanía: “Una injusticia por 7 años merece esto y más. Mi hijo era una persona activa y fue dañado por un hombre salvaje que, por reclamarle que su esposa se metió a su casa, llegó y entre los dos lo tiraron, lo patearon y le dieron en toda la columna vertebral. Hoy lo tenemos, para que toda la gente sienta lo que es tener un hijo atropellado, por la maldad y la falta de justicia. ¿Quién aguanta estar siete años paralítico por causa de un malvado?”.
Entre los manifestantes que portaban playeras, con el lema “#TodosSomosRobert”, estaba Karla Ríos: amiga del playense afectado. “Ya he estado del lado de los conductores, entiendo su impotencia. Pero ahora que estoy de este lado, entiendo la parte de Robert, la frustración después de tantos años. Que no exista justicia y han hecho de todo. Entonces, entiendo sus insultos y el sonido del claxon que hacen. Pero al final sólo queremos que escuchen a Robert, que sean tantito empáticos y que nos ayuden”.
Añadió: “En Ciudad de México a cada rato hay manifestaciones, sobre todo por feminicidios. Queremos que hagan equipo con nosotros, hay personas que iban pasando y ni sabían de la manifestación: se quedaron con nosotros a apoyar. ¡Qué siete años, yo ya ni me acordaba! Les dimos playeras, se quedaron a apoyar y a repartir volantes con nosotros”.
Rodrigo “N” y Fernanda “N” han logrado escapar de las manos de la justicia, después de interponer 18 amparos ante las autoridades en material penal y civil. Con esta pelea jurídica, Roberto González --que no puede mover ninguno de los dedos de sus manos-- no ha visto ni siquiera la mínima reparación del daño físico y económico que le dejó la golpiza.
Fue propinada por su ex vecino, quien con alevosía y ventaja siguió golpeándolo aún estando tirado en el suelo, sin poder defenderse. Roberto González no ha tenido acercamiento de ninguna autoridad municipal, del Estado o de la Fiscalía General del Estado (FGE) para intervenir en sus demandas y que su caso pueda avanzar.
FAR