Las grutas de Xtacumbilxuna’an, en Bolonchén, no sólo es un conjunto de formaciones de estalactitas y estalagmitas, su interior está marcada por una leyenda de amor entre una doncella y un joven guerrero, que hoy duermen en su interior.
Bolonchén, tierra del padre del amparo Manuel Crescencio García Rejón y Alcalá, está ubicado en el municipio de Hopelchén, Campeche, y su nombre significa "nueve pozos" en maya.
Aunque parezca irónico, esta ciudad era afectada por la sequía, por lo que las plegarias hacia el dios de la lluvia y el agua, Chaac, era parte de la vida diaria.
Entre los pobladores se cuentan dos historias, ambas con similitudes y que convergen en un mismo final, el rescate de un amor escondido y un pueblo salvado de la sequía.
En aquel entonces, el pueblo sufría de una sequía nunca antes vista. Los rezos y las ofrendas a Chaac en nada ayudaban; la gente moría de sed al igual que sus cosechas.
En medio de la desgracia, surgió el amor. La belleza de una doncella de nombre Lol-Be cautivó al jefe guerrero, quien tenía entre sus tareas una misión importante, ayudar a su gente a encontrar agua.
Sin embargo, la madre de la joven mujer no estaba de acuerdo con la relación, por lo que decidió ocultarla en un sitio donde jamás la encontraría, o al menos, esa era la idea.
Al no ver a su amada, el hombre cayó en depresión, las plegarias para encontrar a su amor perdido se sumaron a la petición para que lloviera.
Un día, en total desesperación, pidió a sus hombres que la buscarán en los lugares más recónditos de la región. Tras varios días de búsqueda y sin la esperanza de encontrarla,se escuchó un sollozo que provenía de una profunda gruta.
Para ingresar, tuvieron que construir una escalera. La gruta era muy profunda. El hombre descendió a la caverna donde permanecía cautiva la joven Lol-Be, quien al ver a su amado se arrojó a sus brazos y no ocultó la felicidad de volver a encontrarse.
Pero no fue lo único que encontró. En el final de la cueva había siete pozos con abundante agua, lo que salvó al pueblo.
Sin embargo, una especie de brujería hizo efecto en la doncella. Tras la muerte de su madre se convirtió en Xtacumbilxunaan, "la mujer escondida", y sería parte de la naturaleza.
Esto se cumplió y se dice que en la gruta aún habita Lol-Be y su gran amor, mismos que se pueden ver en la formación de una piedra.
Con información de Más México