Hablar de Mérida, Yucatán, es hacer referencia a su gente, cultura, a sus sitios históricos, su arquitectura y su historia, mismas que fueron forjadas desde la llamada ciudad maya T´Hó, o también conocida como Ichcanzihó o Ichcaansihó.
Al caminar por sus calles se podrá apreciar lugares icónicos como la casa donde vivió Francisco de Montejo “El adelantado”, pero también construcciones que servían para delimitar el centro de la ciudad. Tal es el caso de los arcos.
Los arcos de Mérida fueron construidos alrededor del año de 1690, bajo el Gobierno del General Juan José de la Bárcena, y son considerados únicos en toda la República Mexicana.
Son tres los arcos que se ubican en el centro de la ciudad.
Arco de San Juan
Este arco está ubicado en la calle 64 por 69A, y anteriormente era conocido como “Arco de Cristóbal” y era la antigua salida a Campeche. De los tres arcos, es el de mayor dimensión.
Actualmente se puede observar sobre la dirección mencionada y es punto obligado de tránsito de propios y extraños.
Arco del puente
El arco del puente se ubica en el barrio “La Mejorada”, en la calle 63 por 50, y se caracteriza por tener una cruz de piedra en lugar de santo.
Su nombre se debe a que tenía un puente de madera que facilitaba el paso del agua durante inundaciones, y que hoy ya no existe.
Ubicado en la calle 50 por 61 fue nombrado porque ahí se encontraban dragones, y no, no se trata de estos animales fantásticos, sino porque en este punto se encontraba el Cuartel de los Dragones, ubicado en la calle 50, 61. Hoy funciona como instalaciones del Centro Cultural del Niño Yucateco.
Según historiadores y cronistas, el objetivo principal de los arcos de Mérida era enfatizar y delimitar el centro de la Ciudad, ya que en esta zona (dentro de los arcos) habitaban españoles y criollos, y fuera de estos muros se encontraban los pueblos de indígenas y mulatos, que se convertirían en los barrios de la actual Ciudad.
JG