El Dr. Arsenio Rosado Franco dijo ayer que Yucatán ya cuenta con una Ley de Salud Mental que entrará en vigor a partir del 1º de enero del 2019, a la que se va a destinar el 7% del presupuesto total de salud, a diferencia de menos del 1% que se le dedicaba antes.
Y agregó:
-Yo creo que el primer paso importante es la ley. Ya se hizo la ley. Ahora hay que ver que se lleve a cabo realmente. Yo creo que es importante porque pocos políticos realmente son sensibles y empáticos con la salud mental, porque hacer una obra de salud mental no es como hacer un hospital de alta especialidad. Al político no le interesa.
-Tal vez porque en eso no hay moche…
-Sin embargo, de alguna manera, en ese caso la Ley de Salud Mental es una ley que se trabajó mucho tiempo con el diputado Manuel Díaz, con el Dr. Salvador Gutiérrez González, fue una ley que estuvo muy consensuada, fue una ley que se hizo con expertos, fue una ley que tardó más de 2 años en aprobarse y, la parte más importante, es que nos da una normatividad local adelantada que nos va a permitir crear un Instituto de Salud Mental que pueda de alguna manera prever, dirigir, investigar, atender, hacer los programas, con un presupuesto adecuado.
Un gran paso
-¿Cuánto dinero había para la salud mental?
-Menos del 1% del presupuesto se dedicaba a nivel mental en el Estado de Yucatán, y menos del 1% se dedica a nivel federal, y que tengamos ahora un 7% del presupuesto total de la salud destinado a la salud mental, es un gran paso.
A partir del 2019, de acuerdo a la Ley de Salud Mental que se va a presentar ahorita, vamos a tener una gran ventaja, vamos a tener al menos recursos que antes no había. Ahorita a nivel estatal ya está plasmado en ley. Cabe mencionar que la ley fue aprobada por unanimidad por todos los partidos, además todas las asociaciones presentaron ideas, y todas se incluyeron en la ley. Entonces es una ley muy equilibrada, muy consensuada, que ya está y lo que queda ahorita es aplicarla.
Se integrará un Instituto de Salud Mental
-¿Desde cuándo se dio ese paso?
-En agosto, el último día de la anterior legislatura se aprobó y, a partir del primero de enero en sus tiempos correspondientes, se tiene que integrar el Instituto de Salud Mental del Estado de Yucatán, que va a ser el órgano rector para atender programas adecuados preventivos de promoción a la salud, de atención, y para poder tener y poder determinar dónde hay que poner servicios de salud mental, dónde hay que mandar psicólogos, dónde hay que mandar psiquiatras, y que haya un pleno acceso a los tratamientos no solamente médicos, sino también psicológicos, y que haya programas de rehabilitación en todo el Estado.
-¿Por qué ha existido tanto atraso en cuanto a salud mental?
-Porque gran parte de lo que necesitamos es ver a la salud mental desde el punto de vista de la salud pública, porque, por ejemplo, siempre vemos la enfermedad centrada en la responsabilidad personal, pero no en la responsabilidad social y, aunque alguien, por ejemplo, haga dieta y vaya al doctor, mientras haya toda esta parte sin control de la propaganda de las Sabritas, de las galletas, mientras no haya una regulación de cuántas calorías estás comiendo, mientras tengamos anuncios de alcohol, etcétera, pues mientras más campañas de salud se hagan, viene toda una contracampaña contra eso; entonces si nosotros ponemos el énfasis no solamente en lo individual, sino en lo social es más fácil que se logre que la gente tome conciencia de esto.
Contracampañas para el consumismo
-O sea que las campañas de salud tienen sus contracampañas por parte de las empresas que promueven el consumismo de sus productos…
-Es correcto, es correcto, cuando las alcoholeras, las cerveceras, las galleteras, todas éstas, hacen sus campañas muchas veces en realidad son contracampañas.
-Y cuando no hay campañas de salud, doctor, peor todavía, porque entonces sólo está la campaña para el consumismo, y las empresas tienen libre el camino para hacer de cada ciudadano un consumidor sin capacidad crítica.
-Es correcto, porque a ellas sólo les interesa vender y, obviamente, a ellas lo que no les interesa es la salud de la gente. Vemos cómo se abren Oxxos y tiendas de conveniencia, que en realidad son licoreras y alcoholeras, porque venden pocas cosas, pero siempre hay cerveza, licor y alcohol. Entonces es en gran parte algo cultural que ha sido promovido, porque por ejemplo, en Alemania no existen Oxxos ni tiendas de conveniencia, y vemos cómo en otros países se está regulando mucho eso.
-Doctor, ¿por qué es tan difícil lograr que se hagan campañas de salud y en cambio las contracampañas están en auge?
-Yo creo que el problema es que no hay políticas de salud pública realmente. Yo creo que no solamente es la parte médica, la parte psicológica, sino es la parte de la salud pública. Por eso es importante tocar el tema de la salud mental en la salud pública, porque mucho de lo que se tiene que hacer es poner el énfasis en lo que la sociedad debe hacer a través de sus leyes, a través de sus organismos, a través de la creación de instituciones que nos permitan la promoción y la prevención de la salud.
Un gran problema que tenemos es que hay muy buenos tratamientos, hay muy buenos diagnósticos, pero hay poca promoción de la salud mental y hay muy poca prevención de la salud mental, y obviamente si nosotros no atacamos esto desde el principio, vemos malos resultados.
40% empieza en la adolescencia, y no se atienden
-¿Como cuáles?
-Hoy, la mayor parte de las enfermedades mentales empiezan en la adolescencia. Hasta el 40% de las enfermedades mentales empiezan entre los 14 años y los 18 años, muchos trastornos de ansiedad ya se tienen desde niños. Muchos cuadros de predisposición y vulnerabilidad se tienen desde la niñez, y ese es un fenómeno que no hemos logrado prevenir ni promocionar, yo creo que hay que empezar por allá. Hay prevención primaria, secundaria y terciaria, y creo que mucho de lo que tenemos que ver es detectar desde el salón de clases, detectar a las familias que tienen problemas, intervenir tempranamente, que es un poco de las políticas que carecemos realmente acá. Porque cuando ya está el cuadro depresivo, cuando está el cuadro ansioso, pues sí, se acude al médico, se acude al psicólogo, se da tratamiento, de alguna manera se ayuda a la persona a que lo supere, pero muchas veces el tiempo que transcurre entre que una persona tenga un problema y que acuda al tratamiento pasan de 4 a 10 años, y eso ya es un margen muy largo para que pueda haber una buena intervención.
-¿Son muchas las personas que sufren trastornos mentales?
-Sí. Por ejemplo, hasta el 14% de las personas va a tener un trastorno de ansiedad a lo largo de su vida, el 9.2% de las personas va a tener un episodio depresivo mayor en su vida, el 9.1% de las personas va a tener un problema con el consumo de alcohol o de enfermedades relacionadas con el alcohol, en algún momento de su vida. Si hablamos de esquizofrenia, 1% de la población va a cursar con esquizofrenia, 2% de la población va a cursar con trastorno bipolar.
En niños prácticamente entre el 3 y el 5% va a tener problemas por déficit de atención, problemas de conducta como trastorno oposicionista desafiante. En pacientes de la tercera edad, un 10% va a tener problemas neurocognitivos mayores, como actualmente se llama a las demencias, y si nos vamos a ver todo como un trastorno de personalidad, trastornos que tienen que ver con causa médica que genera síntomas psiquiátricos, pues prácticamente una de cada 3 personas va a requerir tratamiento en algún momento de su vida.
Discapacidad que no se ve
Continúa el Dr. Rosado Franco:
-Y, por otra parte, son enfermedades que no se ven. Tú puedes ver a una persona con discapacidad, digamos física con sus muletas, o lo ves que tiene algún problema motor, pero mucha gente se ve normal pero tiene en el fondo una discapacidad permanente. Un depresivo, por ejemplo, no es capaz de trabajar, tiene ausentismo, tiene presentismo laboral, tiene falta de productividad; una mamá con depresión o con esquizofrenia difícilmente pueda cuidar bien a sus hijos, precisamente por su misma enfermedad. Y si nosotros no nos percatamos de esto, esto se va dando. Un niño que vive en una familia alcohólica va a crecer con miedo, con estrés y va a tener vulnerabilidad a desarrollar trastornos en su vida adulta.
Entonces es un tema que nos debe preocupar mucho, que nos debe importar mucho, y debemos hacer lo más que podamos para tener precisamente una muy buena atención a nivel global de la salud mental, desde la promoción a la salud, hasta la rehabilitación, que sería el último camino.
-Doctor, hay muchos niños que son maltratados en sus casas, ¿cómo les afecta el maltrato?
-El maltrato afecta a nivel cerebral. Ahorita vamos a poner unas diapositivas donde vemos cómo niños que han estado con maltrato, con abuso físico o abuso sexual, alteran su nivel sistema nervioso, sobre todo a nivel de hipocampo, su sistema límbico desde niños, y eso los predispone, a que cuando llegan a tener estresantes en la vida adulta, desarrollan enfermedades más frecuentemente.
Niños desarrollan desesperanza
-¿Una madre maltratadora o un padre maltratador, cómo alteran a los niños y a las niñas?
-Desde niño va a presentar síntomas claros de irritabilidad, falta de buen desempeño escolar, eneuresis por ejemplo, un niño que esté maltratado va a tender a maltratar a los otros, un niño al que en casa lo maltraten va a ser más fácil que sea sometido a “bullying” (acoso) en la escuela porque no tiene autoestima, vas a alterar su autoestima, vas a alterar su autoconcepción, va a aprender esquemas depresógenos de que no valgo, no sirvo, de que la vida es muy difícil, o sea, desde niño empieza a desarrollar algo que en la vida adulta le va a dar desesperanza. Por ejemplo, está muy claro que en Yucatán se ha asociado el suicidio en niños con abuso sexual reiterado, es un dato que hemos encontrado en la estadística a nivel local. Es un estudio realizado por el INE hace unos 10 años, en donde prácticamente el 100% de los niños que se suicidaban tenían abuso sexual y físico reiterado.
Entonces son muchas las cosas que tenemos que cambiar para tener una verdadera salud mental en Yucatán –concluyó el Dr. Arsenio Rosado Franco, quien fue entrevistado en el marco de la presentación de una mesa panel sobre este tema en el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península, en la que estuvo acompañado por el Dr. Edgardo Martínez Menéndez, el Dr. Salvador Gutiérrez González y el diputado Dr. Manuel Díaz.
(Roberto López Méndez)