Yucatán

Por Jorge Frías Castillo

Desde que se proyectó este lugar para un nuevo puerto más cercano a la capital del Estado, siempre se contó con el apoyo de toda la Entidad.

Incluso, cuando se dio a conocer por primera vez la necesidad de un nuevo centro portuario para Yucatán, el respaldo no se hizo esperar por parte del pueblo y autoridades yucatecas.

Y no lo van a creer los lectores, pero hasta vecinos de Sisal, que tenía la categoría de puerto de Yucatán desde 1810, apoyaron la idea de acercar la zona de operaciones portuarias a la capital del Estado.

Por razones de simpatía hacia Progreso y otros motivos, este puerto siempre ha contado con mucha buena voluntad, incluso, en los momentos difíciles para resolver sus problemas.

El proyecto -mirando hacia atrás- de formación y habilitación de Progreso como puerto de altura y cabotaje comenzó a gestarse desde 1844 y fue obra de vecinos y comercio de Mérida, así como de propietarios de predios y fincas del puerto de Sisal.

Aún más: muchos vecinos y empresarios se adhirieron al proyecto, no sólo de abrir el puerto para los servicios marítimos sino, incluso, llevar el ferrocarril hasta la costa para aprovechar las ventajas de un moderno transporte que para entonces, su servicio maravillaba a pueblos de otros continentes.

Todos, desde luego, estaban empleados en los progresos de Yucatán en el aspecto marítimo.