Yucatán

VALLADOLID, Yucatán, 4 de noviembre.- Ayer, en la capilla de la Casa de la Cristiandad, durante la misa de las 12:30 del día, se conmemoró el aniversario sacerdotal No. 12 del Pbro. Jaime López Mutul.

Ante nutrido número de feligreses dijo “aquí en esta capilla, como dicen, el mundo cabe en un pañuelo. Dios permite que las condiciones de la vida se den en un espacio, en un tiempo y en este lugar empezó seriamente la historia de mi vocación, cuando nos nombraron Prefectos del Curso Inductorio de Cursillos en la primera semana de integración.

Yo vengo del Seminario Menor el 2 de septiembre de 1992, ya que después de la prepa seguí en el curso inductorio y aquí venimos en Xcorazón; cuando llegué en esa ocasión, me dijeron que hay que venir a celebrar misa en Xcorazón.

Inmediatamente, la memoria histórica se hace presente y aquí empezamos un buen ambiente.

Mis hermanos de aquel entonces éramos 26, nos llamaron y nos hablaron de 26 formas de amar (porque veníamos de 26 conceptos diferentes), para hacer posible que convivan 26 jóvenes.

Allí empieza el trabajo de Prefecto, de director espiritual y a luchar contra nosotros (mismos), para que nos llevemos bien, empezando en el arte de ser Prefecto Formador.

Y aquí se dieron los enfrentamientos entre jóvenes; después de la preparatoria, y yo me encontraba en una crisis emocional, ya que pasaba un momento de inquietudes: pensaba salirme del Seminario esa semana, pero sirvió para poner en orden mis ideas. Por eso se le llama curso inductorio; es un año en el que uno mismo se compromete a vivir la experiencia.

Afortunadamente lo viví y lo cumplí hasta ahora; eso sirvió para perseverar en el Seminario y por eso este lugar tiene un significado trascendental para mi vida, no sólo por los enfrentamientos con los hermanos seminaristas, sino por la decisión de uno que va a considerar y por eso tiene este lugar un significado profundo para mí.

(Manuel Vázquez Rivero)